En los pasillos del entorno de Axel Kicillof se discute una estrategia que podría cambiar el panorama político de la provincia de Buenos Aires: el desdoblamiento de las elecciones bonaerenses. Aunque esta posibilidad genera intriga y expectativa, aún no hay una definición clara. Esta decisión, que nunca se ha llevado a cabo en el territorio bonaerense, podría tener un impacto directo en el armado de La Libertad Avanza y complicar las aspiraciones de Javier Milei.
El principal argumento a favor del desdoblamiento es que altera la estrategia de polarización de Milei, quien apunta a enfrentar directamente a Cristina Kirchner en una hipotética contienda nacional. Si las elecciones provinciales se separan de las nacionales, la polarización perdería fuerza, y el armado de La Libertad Avanza enfrentaría un desafío adicional: su limitada presencia en municipios y secciones electorales.
Además, en La Libertad Avanza reconocen que una pelea directa entre Karina Milei y Cristina Kirchner podría arrasar con el resto de los partidos, incluido el PRO. Sin embargo, una elección desdoblada podría fortalecer a los intendentes locales y dar mayor protagonismo a partidos tradicionales como el PRO y el radicalismo, diluyendo el voto antiperonista.
Aunque el gobernador Kicillof evalúa esta movida estratégica, no todos en el Frente de Todos están de acuerdo. Cristina Kirchner, figura central del espacio, ha dejado en claro que prefiere que los comicios bonaerenses se realicen el mismo día que las elecciones nacionales. Esta postura también explica el rechazo del juez electoral Alejo Ramos Padilla, cercano a la ex presidenta, al desdoblamiento.
A pesar de estas tensiones, los asesores de Kicillof ya han empezado a socializar la idea entre los intendentes peronistas, quienes consideran que el desdoblamiento podría tener méritos. La discusión interna sigue abierta.
En el kicillofismo reconocen que implementar un desdoblamiento sería complicado desde el punto de vista logístico. Sin embargo, también advierten que mantener las elecciones de manera conjunta no será más fácil. Todo apunta a que serán concurrentes: las categorías nacionales con boleta única y las provinciales con la boleta tradicional. Este escenario, según el entorno del gobernador, podría resultar igual de caótico.
El debate sigue abierto y mantiene en vilo a todos los sectores políticos. La decisión final no solo afectará el destino electoral de Axel Kicillof, sino también la dinámica política en toda la provincia y el armado de fuerzas como La Libertad Avanza.
Por ahora, el gobernador mantiene el misterio. La intriga sobre si optará por seguir los pasos de Jorge Macri, quien aplicó esta estrategia en la Ciudad de Buenos Aires, o acatará la postura de Cristina Kirchner, se mantendrá hasta que se defina el calendario electoral. Lo que es seguro es que cualquier decisión tendrá repercusiones profundas en el mapa político bonaerense y nacional.
