¿Qué pasó realmente en las cenas privadas que organizaba Javier Milei cuando todavía era diputado nacional? ¿Por qué ahora están bajo la lupa? Un informe de la agencia neoyorquina Bloomberg dejó al descubierto detalles poco conocidos sobre los encuentros exclusivos que el actual presidente realizaba en la torre Le Parc de Palermo, y la polémica no tardó en instalarse.
Según Bloomberg, Karina Milei, hermana y mano derecha del presidente, era quien juntaba en una bolsa los aportes en efectivo que hacían los empresarios invitados. El precio para sentarse a la mesa con Javier Milei oscilaba entre 10.000 y 20.000 dólares. ¿La promesa? Escuchar de primera mano su plan económico libertario.
Pero acá está el tema: no hay registros oficiales de esas cenas. No hay facturas, no hay controles, no hay claridad sobre a dónde fue a parar ese dinero. Y eso, según el informe, abre la puerta a sospechas de posibles irregularidades o, directamente, pagos interesados por parte de empresarios que después esperaban beneficios políticos.
Durante la campaña, Milei repetía que no necesitaba de la política para vivir. Que su tiempo valía, y que era consultor económico. Bajo ese argumento defendía este tipo de reuniones. Pero ahora que se conocen los montos y la falta de transparencia, se vuelve inevitable la pregunta: ¿eran cenas privadas o financiamiento de campaña por la puerta de atrás?
El informe de financiamiento de la campaña presidencial de Javier Milei registra solo tres donantes identificados. Ni una mención a estas cenas. Eso refuerza las críticas sobre la opacidad de los aportes. Y no es el único frente abierto. Mientras sigue el escándalo por la estafa cripto Libra, que él mismo promocionó, Elisa Carrió denunció públicamente que Karina Milei es “la cajera del presidente”.
Entre los organizadores de estas cenas aparecen nombres como Darío Wasserman y Nicolás Posse, hoy funcionarios clave. Wasserman reconoció a Bloomberg haber organizado algunas de esas reuniones, pero negó que los pagos fueran directamente a Milei. Sin embargo, los números crecieron: de 10.000 dólares por cena en 2021 y 2022, a más de 20.000 en 2023.
Por ahora, no hay investigaciones judiciales abiertas, pero el informe de Bloomberg ya instaló el tema en la agenda pública. La falta de registros, el uso de efectivo y el vínculo directo con el círculo íntimo de Javier Milei generan dudas que van más allá de lo legal: ¿cómo se financió realmente la llegada al poder del presidente?