¿Sabías que el estado de las rutas nacionales en la Provincia de Buenos Aires está en alerta roja? Si te preocupa el deterioro de las rutas y cómo esto afecta a miles de personas cada día, sigue leyendo, porque este problema podría ser más grave de lo que imaginas.
La denuncia de los intendentes bonaerenses contra el gobierno de Axel Kicillof toma fuerza. A través del ministro de Infraestructura Gabriel Katopodis, se presentaron judicialmente contra el Gobierno nacional por el abandono de las rutas nacionales. La denuncia fue presentada por 20 intendentes de la provincia en Luján, el 12 de febrero de 2025. El foco está en el desvío de fondos y el deterioro de las rutas, lo que pone en peligro el desarrollo productivo y la seguridad de los ciudadanos que transitan a diario por ellas.
Queremos que la justicia le ordene al Estado Nacional el reinicio urgente de todas estas obras porque lo que está en juego es la vida de la gente.
— Gabriel Katopodis (@gkatopodis) February 12, 2025
Nosotros por decisión de @Kicillofok vamos a seguir trabajando para que las rutas que pasan por nuestros municipios estén en… pic.twitter.com/n89d379Cjq
La Provincia de Buenos Aires cuenta con más de 4,000 kilómetros de rutas nacionales, que atraviesan 57 municipios. Sin embargo, el mal estado de estas rutas es cada vez más notorio. Según los intendentes, no solo faltan tareas de mantenimiento, como el corte de pasto en las banquinas, sino que las obras de infraestructura necesarias para transformar algunas rutas en autopistas o autovías, se encuentran paralizadas.
El problema no es nuevo, pero ha empeorado en los últimos tiempos. En 2024, el gobierno nacional recaudó más de $2,5 billones mediante el Impuesto a los Combustibles, pero gran parte de esos fondos no fueron transferidos a Vialidad Nacional. En lugar de ser destinados a obras viales, como lo establece la ley, muchos de esos recursos se han desviado a otros fines. Específicamente, se denunció que el Gobierno Nacional no transfirió $200 mil millones a Vialidad Nacional durante el año pasado, y se retuvo $1 billón recaudado del Impuesto PAIS, destinado a infraestructura.
Este desajuste en la gestión de los fondos públicos no solo afecta a la infraestructura vial, sino que también tiene un impacto directo en la economía y en la vida cotidiana de los bonaerenses. Las rutas deterioradas dificultan el transporte de bienes y servicios, lo que pone en jaque el desarrollo económico de la región.
El reclamo se extiende más allá de la Provincia de Buenos Aires. Javier Milei, presidente de la Nación, enfrenta fuertes críticas por la paralización de obras públicas. El estado de las rutas nacionales, como la Ruta 3 y la Ruta 40, ya había sido cuestionado por entidades como CAME y sectores patagónicos, que pidieron la intervención del Gobierno para mejorar la infraestructura de estas arterias fundamentales. Los intendentes bonaerenses, de distintos espacios políticos, también han alzado la voz ante el Gobierno de Milei para exigir mejoras urgentes en las rutas que atraviesan sus municipios.
El futuro de las rutas nacionales sigue siendo incierto, y los ciudadanos de la Provincia de Buenos Aires están cada vez más preocupados por la falta de respuesta. Mientras tanto, los reclamos se multiplican y la situación sigue siendo crítica. ¿Qué hará el Gobierno Nacional para solucionar este problema que afecta a miles de argentinos? La respuesta, por ahora, parece estar lejos de llegar.
La pregunta sigue en el aire: ¿seguirá el Gobierno de Javier Milei ignorando las necesidades de infraestructura básica para el país o tomará medidas urgentes para reparar las rutas y garantizar la seguridad y el desarrollo de la nación?