¿Se rompe el peronismo en la Provincia? La pregunta sobrevuela cada vez con más fuerza en las diagonales platenses, y todo indica que la tensión escaló a un nuevo nivel. En el centro de la escena, Axel Kicillof, La Cámpora, Máximo Kirchner y un viejo conocido: Andrés “Cuervo” Larroque.
Lo que empezó como una serie de críticas internas hoy ya se vive como una interna abierta, con acusaciones graves y nombres propios. El ministro de Desarrollo de la Provincia, Larroque, pegó fuerte: denunció que desde La Cámpora, agrupación que él mismo ayudó a fundar, están impulsando un "golpe institucional" contra el gobernador.
“El golpe empezó con el acto en Atenas. Fueron a cantar contra el gobernador a cuatro cuadras de la Casa de Gobierno”, dijo el funcionario, en una entrevista que hizo ruido.
Todo gira en torno a una jugada política clave: el desdoblamiento de las elecciones provinciales. Para Kicillof, fue una decisión estratégica. Pero en el camporismo, con Máximo Kirchner al frente, lo vieron como una maniobra inconsulta. La más dura fue Mayra Mendoza, que acusó al gobernador de cortar solo y no respetar lo que se había hablado.
Larroque, lejos de calmar las aguas, las agitó más. Afirmó que hay una clara intención de debilitar a Kicillof desde adentro del peronismo bonaerense. “No dejaron sin presupuesto, sin endeudamiento, sin fiscal ni impositiva a fin de año. La Cámpora articuló todo eso”, disparó.
La tensión es personal. Larroque no se guardó nada: dijo que Cristina Fernández de Kirchner hoy es rehén del entorno de su hijo. “Cristina es rehén del grupito de Máximo”, lanzó, abriendo un frente directo contra la conducción camporista.
Ya no es solo una diferencia sobre fechas electorales. Es una pelea por el liderazgo político en la Provincia. Para Larroque, el único liderazgo claro hoy es el de Axel Kicillof, y lo dijo sin vueltas: “Todos debemos cerrar filas detrás de él”.
Todo apunta a que sí. Desde el kirchnerismo duro insisten en que si hay diferencias, se deben saldar en una primaria. Pero Kicillof parece decidido a avanzar, incluso si eso implica ir por fuera de la estrategia nacional.
Con el calendario electoral aún sin cerrar, la Provincia entra en zona de turbulencias. Lo que pase en las próximas semanas va a definir si el peronismo bonaerense logra recomponer su unidad… o si la fractura es total.
