Política

CGT y derechos humanos: ¿romperá con su agenda histórica?

En un giro inesperado, la CGT arranca el 2025 con un debate que la saca de su eje tradicional: ¿sumarse o no a la “Marcha Federal del Orgullo Antifascista Antirracista LGTBINBQ+”? El trasfondo de la discusión no es menor: el acto es en rechazo al discurso de Javier Milei en el Foro de Davos, donde apuntó contra el feminismo, la ideología de género y la comunidad LGBTQ+. ¿Se juega su relación con el Gobierno?

Este miércoles a las 11, en Azopardo 802, la central obrera recibirá a Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y otros organismos de derechos humanos. El encuentro servirá para interiorizarse sobre el estado de los Espacios de Memoria y dependencias de la Secretaría de Derechos Humanos, pero el tema candente será otro: la postura de la CGT frente a la marcha antimileísta.


¿Grieta en la CGT?


La posibilidad de participar en la movilización del sábado generó un fuerte debate interno. Mientras algunos sectores sindicales apoyan la marcha, otros temen que alejarse de la agenda puramente gremial complique el diálogo con la gestión libertaria. Todo indica que habrá "libertad de acción": cada sindicato decidirá si se suma o no, pero sin que la CGT lo haga de manera orgánica.

Esta discusión marca un cambio en la historia de la central obrera, que recién en 2024 se sumó por primera vez a la marcha del 24 de marzo en repudio al golpe del ‘76. En esa oportunidad, la decisión se anunció en el histórico salón Felipe Vallese con la presencia de Taty Almeida, Estela de Carlotto y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.


El trasfondo del conflicto


La alarma en el movimiento sindical se encendió tras la denuncia de Estela de Carlotto, quien advirtió que el Gobierno busca cerrar la ex ESMA. La decisión oficial de reestructurar el Centro Cultural Haroldo Conti afectaría al Archivo General de la Memoria, lo que generó preocupación en los organismos de derechos humanos.

Pero en la CGT también pesan otros temas urgentes. La plana mayor cegetista vuelve de sus vacaciones con la necesidad de retomar el diálogo con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero. El eje de las negociaciones: la política salarial del Gobierno, que mantiene un tope del 1% mensual y presiona para reformular convenios colectivos.


¿Negociaciones en pausa?


Algunos dirigentes buscan condicionar cualquier acercamiento con el Gobierno a la flexibilización de la homologación de paritarias. Uno de los más duros en esta postura es Héctor Daer, cotitular de la CGT, quien se enfrenta con Trabajo por el aumento del 11,4% que firmó en octubre para los trabajadores de Sanidad.

Algo similar ocurre con el acuerdo entre la UTHGRA, liderada por Luis Barrionuevo, y la FEHGRA, que contempla un 16% de aumento hasta febrero. El Ministerio de Economía insiste en que los incrementos se ajusten al techo salarial oficial, complicando la negociación.

Mientras tanto, la CGT define su postura ante la marcha del sábado. ¿Romperá con su agenda tradicional para repudiar el discurso de Javier Milei en el Foro de Davos? La respuesta marcará un punto de inflexión en su relación con el Gobierno.