Política

Gestionar sin ministerios: La estrategia de Javier Milei para concentrar el poder en la Presidencia

¿Es posible gestionar un país sin los tradicionales ministerios? El presidente Javier Milei parece tener la respuesta clara: sí, es posible. Desde su primer año de mandato, la administración de Milei se ha caracterizado por un fuerte recorte en el gabinete y una reestructuración que apunta a centralizar el poder en la Presidencia, como él mismo prometió durante su campaña. Pero, ¿cómo funciona realmente este modelo de gestión sin ministerios?


Una estructura simplificada, pero con más control


Uno de los pilares de la gestión de Javier Milei ha sido la reducción de carteras ministeriales. Siguiendo su promesa de campaña, el presidente eliminó gran parte de los ministerios de la era de Alberto Fernández, reduciéndolos a solo 8. Sin embargo, esta reducción no significa necesariamente menos poder. De hecho, la estructura de la Presidencia de la Nación se expandió significativamente, con la creación de nuevas secretarías, lo que generó un aumento en los cargos gubernamentales.

En lugar de los ministerios tradicionales, Javier Milei centralizó la toma de decisiones en un grupo reducido de secretarías. Entre ellas, destaca la Secretaría General, a cargo de su hermana Karina Milei, quien, según se ha señalado, tiene un papel clave en la estrategia política del gobierno y un control considerable sobre las decisiones gubernamentales. La centralización del poder se ha hecho de manera tal que, en algunas áreas, la Presidencia tiene más personal que dos ministerios combinados.


La expansión de la estructura presidencial


A pesar de la filosofía de “no hay plata” que predica Milei y su enfoque de ajuste fiscal, la creación de nuevas secretarías y cargos ha permitido que la Presidencia de la Nación crezca en influencia. Entre las nuevas secretarías se incluyen Comunicación y Medios, dirigida por Manuel Adorni, quien pasó de una subsecretaría a una secretaría de mayor poder. Esta secretaría maneja áreas clave como la agencia Télam y Contenidos Públicos, que tienen una gran importancia en la gestión de la comunicación oficial.

Por otro lado, el área de Cultura, bajo la supervisión de Leonardo Cifelli, también fue absorbida por la estructura presidencial, lo que significa que incluso sectores que tradicionalmente no se vinculaban directamente con el poder ejecutivo ahora están bajo el control de la Presidencia.


¿Cómo afecta este modelo a la gobernabilidad?


Este modelo de gestión sin ministerios ha generado debate, especialmente en relación a su impacto en la gobernabilidad y la distribución del poder. Algunos analistas señalan que la concentración de poder en la Presidencia puede limitar la autonomía de otras áreas del gobierno. Además, el uso de Decretos de Necesidad y Urgencia y los vetos a leyes aprobadas por el Congreso han generado reacciones, sobre todo en temas como la reforma de la movilidad jubilatoria y el financiamiento universitario.

Sin embargo, Karina Milei, que ocupa un rol cada vez más central en la estrategia política del oficialismo, se muestra firme en su misión de llevar adelante esta centralización del poder. La hermana del presidente, además de ser una figura clave en la estrategia electoral, está a cargo del partido La Libertad Avanza y se prepara para una posible candidatura a un cargo electivo en las próximas elecciones legislativas.


Un modelo a seguir o un desafío para el futuro


 

La estrategia de Javier Milei de gestionar sin ministerios ha logrado generar un modelo de gobierno más directo y centralizado. Si bien este enfoque ha permitido reducir costos y concentrar el poder, también ha generado cuestionamientos sobre su sostenibilidad a largo plazo. Con figuras como Karina Milei y Manuel Adorni liderando importantes áreas, la administración de Milei está claramente apostando por un modelo que puede transformar la política argentina, aunque aún es temprano para evaluar su efectividad en el futuro cercano.