Política
La batalla cultural contra el wokismo y el feminismo
¿Es posible desmantelar décadas de avances en equidad de género y diversidad en nombre del liberalismo? El discurso del presidente Javier Milei en Davos ha generado un fuerte impacto en la política argentina y mundial. Desde la Casa Rosada, se filtran proyectos de ley que, según el oficialismo, buscan "liberar a la sociedad" de ideologías que consideran "aberrantes". Pero, ¿hasta dónde llegará esta cruzada?
Intriga y Controversia
En Davos, Milei presentó su "batalla cultural", una estrategia destinada a eliminar lo que denomina "las cabezas del monstruo": feminismo, cambio climático, ideología de género, aborto y wokismo. Las propuestas del mandatario, que incluyen la derogación del cupo femenino y la figura de femicidio en el código penal, han polarizado a los principales actores políticos.
El impacto de estas declaraciones no solo resonó en el recinto del Foro Económico Mundial, sino también en el Congreso, donde referentes como Silvia Lospennato, del PRO, marcaron su postura. Aunque Lospennato ha respaldado medidas económicas del gobierno, dejó claro que no acompañará iniciativas que afecten los derechos conquistados.
¿Un Gobierno en Tensión?
El bloque oficialista de La Libertad Avanza se enfrenta a un desafío interno. Por un lado, promueven una agenda liberal y meritocrática, como destacó Milei en su discurso. Por otro, necesitan el apoyo del PRO, su principal aliado en el Congreso, para avanzar en leyes controvertidas.
El silencio del bloque amarillo se rompió el domingo con un pronunciamiento de Lospennato. “Voy a seguir defendiendo la pluralidad de voces, el respeto irrestricto al proyecto de vida de cada persona y políticas que disminuyan desigualdades", declaró. Esto deja entrever una grieta en la alianza parlamentaria, especialmente tras la caída de proyectos clave como Ficha Limpia a finales de 2024.
Feminismo y Wokismo en la Mira
Las críticas de Milei al feminismo no pasaron desapercibidas. "El feminismo pretende poner a la mitad de la población en contra de la otra. Si uno mata a una mujer, es femicidio; si mata a un hombre, no. ¿Por qué la vida de una mujer debería valer más?", cuestionó. Además, desestimó el cambio climático como una agenda que justifica "el avance del Estado sobre las libertades individuales".
Este tipo de afirmaciones refuerzan la narrativa del oficialismo, que apunta a consolidar su base ideológica. Sin embargo, también tensionan relaciones clave con sectores moderados del arco político.
¿Éxito o Fracaso?
La "batalla cultural" de Milei se enfrenta a desafíos concretos. Sin el respaldo del PRO, iniciativas como la eliminación del cupo femenino difícilmente prosperarán. Esto pone en duda la capacidad del oficialismo para avanzar en su agenda ideológica, dejando abierto el interrogante sobre el futuro de las políticas que buscan desarticular el "wokismo".
Conclusión: Mientras Milei redobla su apuesta en la arena internacional, las resistencias internas y externas plantean un escenario de incertidumbre. ¿Será capaz de sostener su cruzada ideológica sin fracturar su alianza parlamentaria?
El debate está abierto, y con ello, también la atención de un país que observa cómo se redefine su rumbo político.