Política
Reacomodamientos y bajas clave en La Libertad Avanza
En el universo de La Libertad Avanza, los cambios internos no dejan de sorprender. ¿Te has preguntado qué está ocurriendo en el seno del oficialismo y por qué algunos nombres clave ya no están donde solían estar? La salida de figuras de peso y el reacomodamiento en el poder marcan una nueva etapa para el espacio político que lidera Javier Milei.
Uno de los movimientos más resonantes fue la expulsión de Ramiro Marra, quien hasta hace poco era el líder de la Legislatura porteña. Su desplazamiento, impulsado por Karina Milei, sorprendió a pocos, ya que Marra había tomado decisiones polémicas, como su apoyo al presupuesto de Jorge Macri en la Ciudad, lo que generó un fuerte malestar entre los libertarios. En su lugar, Pilar Ramírez, una exfuncionaria con pasado en el kirchnerismo, asumió el liderazgo.
En paralelo, otra figura clave que abandonó el barco fue Diana Mondino, quien, tras varios errores diplomáticos, nunca logró consolidarse como canciller. Su enfrentamiento con Úrsula Basset, cercana a Karina Milei, selló su salida del gobierno. En su paso por la Cancillería, Mondino fue criticada por decisiones como la confusa votación en la ONU, que alejó a Argentina de aliados importantes como Estados Unidos e Israel.
Las turbulencias no se limitan a la cúpula, ya que también hubo cambios en el Congreso. La caída de la primera ley de Bases dejó fuera a Oscar Zago, quien perdió la presidencia del bloque libertario en Diputados. Gabriel Bornoroni, quien asumió su lugar, cuenta con el respaldo directo de Karina Milei y sigue la estrategia oficialista. Por otro lado, Marcela Pagano, aunque sigue en el espacio, fue apartada de la Comisión de Juicio Político a pedido del Ejecutivo.
En la Provincia de Buenos Aires, algunas figuras también vieron cómo se diluía su protagonismo. Carolina Píparo, ex candidata a gobernadora, fue relegada tras sus críticas internas, mientras que Lourdes Arrieta, diputada mediática, perdió relevancia tras sus visitas a represores de la dictadura.
Un caso aún más significativo es el de Victoria Villarruel, la vicepresidenta. A medida que su influencia disminuía, su rol en el Senado pasó a ser casi protocolar. La relación tensa con los libertarios puros y su creciente autonomía la distanciaron del círculo de poder que lidera Karina Milei. Carlos Kikuchi, otro nombre clave, vio cómo su influencia desaparecía tras la consolidación del poder de Milei.
El éxodo no se limitó a figuras políticas: también hubo un giro en las redes sociales. Influencers como Iñaki Gutiérrez y Eugenia Rolón, quienes alguna vez fueron los altavoces informales de la campaña libertaria, fueron reemplazados por nuevos comunicadores alineados con el gobierno de Karina Milei.
Este reacomodamiento dentro de La Libertad Avanza refleja un patrón claro: Karina Milei se ha consolidado como una pieza fundamental del oficialismo, con un núcleo reducido de dirigentes que se mantienen fieles a su liderazgo. Estos movimientos generan expectativas, pero también cuestionamientos. A medida que el malestar social y político crece, la oposición observa estos reacomodamientos como un indicio de inestabilidad dentro del oficialismo.
En un contexto de renuncias y cambios constantes, ya son 116 los funcionarios que han dejado el gobierno de Milei, incluida la reciente renuncia del Secretario de Prensa de la Nación, Eduardo Serenellini. Esto marca una tendencia: la salida de un funcionario cada 86 horas.
El futuro de La Libertad Avanza sigue siendo incierto, pero lo que es claro es que estos reacomodamientos dejarán su huella en la política argentina.