Política

Gobierno ajusta INTA con venta de sede en Palermo y recorte de personal

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) enfrenta una serie de medidas que apuntan a reducir su estructura. La más controversial es la venta del edificio ubicado en la esquina de Cerviño y Ortiz de Ocampo, en el barrio porteño de Palermo. Este inmueble, que alberga áreas clave como el Centro de Investigación de Economía y Prospectiva (CIEP), será subastado el 23 de diciembre con un precio base de 6.378.968 dólares.

La subasta fue formalizada a través de dos resoluciones de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), pero la medida ha generado rechazo. Desde los gremios como APINTA y ATE, se critica la decisión por considerar que el inmueble no está subutilizado y que alberga actividades estratégicas del INTA. “Esto es un daño patrimonial irreparable”, advirtió Mario Romero, líder de APINTA.


Recorte de personal y venta de tierras


El plan de ajuste del INTA no se limita a la venta de su sede en Buenos Aires. Según un documento interno, el organismo también contempla la venta o concesión de 27.000 hectáreas de estaciones experimentales en todo el país. Además, el presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, busca recortar 1.734 puestos de trabajo en los próximos dos años. Los gremios advierten sobre las implicancias de estos cambios en los proyectos científicos a largo plazo.

Frente a estas medidas, los gremios convocaron a una movilización frente a la sede central del INTA este jueves 28. Además, no descartan iniciar acciones legales para frenar lo que consideran un proceso irregular. En una carta dirigida a la AABE, APINTA afirmó que el edificio en Palermo pertenece al INTA en dominio pleno y no puede ser vendido sin el aval del Consejo Directivo.


Tensiones internas en el INTA


Las decisiones tomadas por Bronzovich y Beatriz Giraudo, vicepresidenta del organismo, han incrementado las tensiones dentro del INTA. Los gremios critican la falta de consulta al Consejo Directivo, que está compuesto por representantes tanto del sector público como privado. Según ellos, las medidas se tomaron sin el respaldo adecuado, lo que ha generado malestar en varias áreas del INTA.

Este ajuste, que forma parte de un plan general del Gobierno para reducir el gasto estatal, también afecta a las investigaciones y desarrollos científicos realizados por el INTA. Las movilizaciones y las denuncias continúan mientras el conflicto se profundiza, anticipando una lucha en defensa del funcionamiento del organismo.