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Axel Kicillof reafirma la unidad del peronismo en un multitudinario acto en Berisso

"Si algo quiere la derecha es vernos divididos, nunca me van a ver buscando divisiones". Con esa frase, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, inició su discurso en el acto por el Día de la Lealtad Peronista en Berisso. Ante miles de personas, reafirmó su gestión y lanzó duras críticas hacia el presidente Javier Milei, mientras apostaba por la unidad en la interna del Partido Justicialista.

El evento se desarrolló en un contexto clave para el peronismo, con una interna inminente entre Cristina Kirchner y el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. Sin embargo, Kicillof enfatizó la necesidad de dejar de lado las disputas internas y trabajar por una "alternativa superadora" para frenar las políticas de Milei. “No me interesa disputar ninguna interna, mi responsabilidad es ofrecer a los bonaerenses un escudo que atenúe lo que está haciendo Milei", señaló.

El apoyo a Kicillof fue evidente. La militancia coreaba "Axel presidente", y el intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, fue más directo al afirmar: "Amigo, te tenés que hacer cargo del país". En el escenario también estuvieron figuras clave del sindicalismo como Pablo Moyano, Andrés Rodríguez y los hermanos Daer, que se mostraron respaldando la figura del gobernador.

Durante su discurso, Kicillof se distanció de las candidaturas a pesar de los pedidos de la militancia. “El año que viene le vamos a poner un freno a Milei y vamos a empezar a construir una nueva esperanza colectiva”, afirmó. Además, remarcó que su único interés es la lucha contra las políticas de Milei, insistiendo en que "la patria no se vende" y que "la dignidad no es un negocio".

La relación de Kicillof con Cristina Kirchner también fue tema de análisis. Aunque en el escenario dejó claro que no romperá con ella, se notaron algunas ausencias significativas, como la de los ministros provinciales vinculados a La Cámpora, lo que evidenció ciertas tensiones dentro del espacio kirchnerista.

El acto concluyó con la tradicional marcha peronista, mientras detrás del escenario los dirigentes apostaban por una unidad que podría definirse en los próximos días.