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Crisis en el Partido Justicialista: la tensión entre el kirchnerismo y Quintela pone en riesgo su integridad
La tensión en el Partido Justicialista (PJ) se agrava con cada día, y la posibilidad de una intervención judicial parece inminente, avivada por el enfrentamiento entre el kirchnerismo y el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. La jueza federal María Romilda Servini ha emitido una advertencia clara: si el partido no logra estabilizarse en su interna, una intervención judicial será inevitable. La situación nos remitió a 2018, cuando Servini designó al sindicalista Luis Barrionuevo al frente del PJ en una movida que generó controversia por su supuesto vínculo con el entonces presidente Mauricio Macri.
Esta vez, el conflicto radica en la decisión del kirchnerismo de bajar la lista de Quintela, quien amenaza con llevar el caso a la justicia. Desde su entorno, lanzan acusaciones directas hacia Cristina Kirchner, afirmando que, si son proscritos, “vaciamos el partido y la única responsable será Cristina”. Este es un fuerte mensaje que exponen no solo el resentimiento interno, sino también una advertencia de que, en un PJ dominado por La Cámpora, los demás sectores quedarían sin espacio político.
La senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti acusa a Quintela de evitar la competencia, alegando que pretende judicializar el proceso ante su falta de avales. Por su parte, desde La Rioja responden con igual dureza: “Los avales que no están se los robaron La Cámpora”, sugiriendo que la decisión de complicar la situación de Quintela obedecerá a un cálculo político del sector de Cristina.
Este conflicto se extiende también a lo financiero, ya que el PJ se encuentra en una crisis de fondos. La CGT solo estaría dispuesta a aportar la mitad de los 400 mil dólares necesarios para la interna, mientras que el gobierno nacional ya ha anunciado que no destinará fondos a este proceso. Quintela, por su parte, no descarta explorar alternativas políticas fuera del PJ si finalmente su lista queda fuera de la contienda interna, mientras que el Frente Renovador, liderado por Sergio Massa, ha dejado en claro que podría romper alianzas si la situación se deteriora aún más.
Mirada de Opinión
La pugna interna en el PJ refleja un silencio profundo que podría desestabilizar sus nacimientos a corto plazo. Cristina Kirchner, al optar por bloquear a Quintela, parece dispuesta a asumir el costo de una fractura que podría dejar al PJ sin una identidad clara, con sectores que se sienten desplazados. Este enfrentamiento representa una prueba para la cohesión del peronismo, en la que el kirchnerismo corre el riesgo de aislarse aún más del Justicialismo clásico. Si el PJ no logra resolver este conflicto, su unidad e influencia se verán seriamente comprometidas, amenazando con una fragmentación que se beneficiaría de otras fuerzas políticas.