Información General
Docentes en pie de lucha: arrancó el paro de 48 horas en la UNLP y no habrá clases en ninguna facultad
Gremios docentes y nodocentes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) iniciaron este martes la primera de las dos jornadas de paro para exigir aumentos salariales y más presupuesto para el sector. La medida de fuerza tendrá un alto impacto en la casa de altos estudios platense, ya que será "sin asistencia a los puestos de trabajo".
La Asociación de docentes de la Universidad Nacional de La Plata (ADULP) realizó una asamblea extraordinaria días atrás y sus afiliados aprobaron por unanimidad adherir al paro de 48 horas y profundizar el plan de lucha contra las políticas del gobierno de Javier Milei.
Tras la reunión con la cartera que conduce Sandra Pettovello, tanto la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) como la Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (FATUN) se declararon en estado de alerta y movilización. Además, adelantaron que concentrarán el miércoles 12 de junio en las puertas del Congreso nacional para exigir que los senadores rechacen el proyecto de Ley Bases.
El pasado 28 de mayo, el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, se reunió con los gremios de docentes universitarios y prometió que el jueves 6 de junio la ministra de Capital Humano acercaría una propuesta para solucionar el reclamo salarial. Sin embargo, el encuentro se volvió a postergar y tampoco hubo una convocatoria formal para los próximos días, por lo que los educadores y trabajadores del sector anunciaron una nueva medida de fuerza.
Es importante señalar que el Gobierno otorgó un aumento en el presupuesto universitario solo para gastos de funcionamiento y no para salarios docentes y nodocentes.
La semana pasada, los docentes de la UNLP se sumaron al paro de 48 horas para exigir mejoras salariales y la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID).
La última oferta salarial que presentó Capital Humano fue del 9% a cobrar en mayo, la cual fue rechazada de plano por los educadores, quienes exigieron un incremento acorde con el ritmo inflacionario y que, a la vez, les permita recuperar al menos parte del terreno perdido por los salarios frente al aumento generalizado de los precios de la economía.