Política
El debate silenciado de la semana: la ley de eutanasia abre otra discusión transversal en el Congreso
El 10 de agosto, los asesores de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados se reunieron para evaluar los proyectos de ley que proponen autorizar la eutanasia, como se conoce al derecho de un paciente a pedir asistencia para morir.
Está vigente en Argentina de forma pasiva, que habilita a un paciente a negarse a recibir una medicación indicada, práctica conocida como "muerte digna".
El temario de asesores evaluó dos proyectos presentados el año pasado para ampliarlo en forma "activa", o sea, la posibilidad de solicitar y recibir ayuda médica para morirse.
Uno lo presentó la oficialista Gabriela Estévez y otro de la radical Jimena Latorre, que también firman su correligionario Alfredo Cornejo (ahora senador) y Alejandro Cacace, de Evolución radical.
En cualquier otro asunto, este escenario vaticinaría una rápida sanción de un texto unificado. Pero no será el caso, porque la eutanasia es otro tema que divide transversalmente a las fuerzas políticas y amenaza con una grieta de valores, de esas que no se saben bien cuando y cómo terminan.
La más recordada es la que suscitó el debate por la ley aborto, sancionada en diciembre de 2020. La eutanasia, que rige en Colombia desde 2015 y se debate en la mayoría de los países de América Latina, plantea un escenario similar: hay una postura a favor que levanta la bandera de las libertades individuales y otra que se opone por considerar que se altera el derecho a la vida, consagrado en la Constitución.
Entre estos últimos aparecen lobbys religiosos de los más variados cleros, que defienden la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, sin chances de alterar ninguno de esos procesos.
Son los que durante el debate del aborto se agruparon en Unidad "ProVida" y se identificaban con pañuelos celestes. Rivalizaban con las organizaciones a favor de aquella ley ya sancionada, referenciadas atuendos verdes.
La comisión de salud tuvo una reunión de asesores para tratar dos proyectos sobre eutanasia: uno de la oficialista Gabriela Estévez y otro de la radical Jimena Latorre. Una diputada del PRO los acusó de buscar el descarte humano.
La comisión de Salud la preside la socialista Mónica Fein, quien debió reunir a los asesores por un pedido de Latorre, pero por ahora no tiene en agenda la eutanasia para un plenario de los diputados.
Ocasionaría una grieta transversal e incómoda en tiempos de crisis económica y cercanos a una elección presidencial. Ya hubo indicios de esa disputa. En abril, el diputado del interbloque federal Alejandro "Topo" Rodríguez, cruzó a Cornejo cuando presentó en el Senado el proyecto de eutanasia, que denominó ley "para una buena muerte".
"Estoy totalmente en contra y voy a trabajar para que en Argentina no rija una ley así", anunció el "Topo" en twitter. La semana pasada, en la misma red social, la diputada del PRO Dina Rezinovsky, cercana a las iglesias evangélicas, repudió la reunión de asesores en la comisión de Salud.
"Tratar en el Congreso la eutanasia mientras miles de argentinos caen cada día bajo la línea de la pobreza (incluso aquellos con trabajo en blanco), cuando la inflación y dólar suben todos los días y los jubilados la pasan mal, es de un cinismo total por parte de TODA la política", posteó, sin hacer diferencias partidarias.
Y sostuvo que ley de cuidados paliativos, sancionada por unanimidad hace un mes, hace innecesario legislar sobre eutanasia. Fue impulsada en el Senado por el radical Mario Fiad, quien como presidente de la comisión de Salud lideró el rechazo al aborto en 2018 y 2020.
"La ley de cuidados paliativos fue pensada para acompañar aquellas personas que atraviesan diagnósticos terminales y/o crónicos. No hay urgencia ni motivos para tratar una ley de eliminación de humanos. La cultura del descarte lo está volviendo a hacer", agregó Rezinovsky.
Pero Estévez y Latorre no piensan así y ya buscan voluntades en sus bloques para alcanzar una mayoría. "Hay que entender que la eutanasia no rivaliza con la medicina curativa ni paliativa. Aparece cuando las dos fracasaron", respondió la mendocina, en una entrevista radial.
Los proyectos son muy parecidos: contemplan la opción de solicitar y recibir "la prestación de ayuda para morir" ante enfermedades graves e incurables o un padecimiento crónico e imposibilitaste, en alusión a personas que tengan limitaciones sobre su autonomía física.
Ambos crean una comisión médica encargada de evaluar si se cumplen esas condiciones, con plazos de entre 10 y 15 días. Pero Latorre propone que la integren profesionales de las provincias, que tienen a cargo brindar el servicio de salud; y Estévez diseña una estructura nacional nueva.
La cordobesa bautizó su proyecto "ley Alfonso", en homenaje a Alfonso Oliva, quien murió en 2019 víctima Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), la enfermedad que padece el ex senador del PRO Esteban Bullrich. La familia de Oliva contó que Alfonso decía que hubiera preferido elegir el momento de su muerte y la diputada convirtió ese deseo en una iniciativa de ley.
Otra diferencia es la edad permitida para elegir morir: Estévez la ubica en los mayores de edad y Latorre toma los parámetros de autonomía del Código Civil, que habilita a decidir sobre su cuerpo a personas de 16 y la chance de que a los 13 se preste consentimiento a sus progenitores.
Esta variante también fue tomada para la redacción original de proyectos sobre la interrupción voluntaria del embarazo, pero luego se eliminó para tener más votos.
Otra coincidencia es que se contempla la objeción de conciencia individual e institucional, para que los médicos que no quieran practicar la eutanasia puedan ser reemplazados y los dueños de las clínicas vinculadas a las iglesias la prohíba.
Fue la concesión legislativa clave de los verdes en 2020 para lograr que el aborto sea legal. Latorre confía en que la ley de eutanasia también conseguirá una mayoría parlamentaria.
"Después del divorcio vincular, el matrimonio igualitario y el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, no debería discutirse la autonomía de la voluntad. Una interpretación armónica de la Constitución hace que el final de la vida sea regido por este derecho", sostuvo.
Consideró que no hace falta un debate extenso ni esperar un momento político óptimo, porque "cada día que pasa hay un paciente que sufre". Por ahora, el tratamiento de las leyes que habilitan la eutanasia no tiene fecha de inicio. Y ya abrió una nueva grieta.
Fuentes: LaMovidaPlatense.com, VisionPolitica.info, NoticiasEnsenada.info, CriticaArgentina.com.ar