Política
Se Siente, Cristina: el operativo clamor para la candidatura presidencial colmó la Plaza de Mayo
En el acto central del Día de la Lealtad en Plaza de Mayo no apareció una sola imagen de Alberto Fernández y los militantes de La Cámpora que coparon la marcha pidieron por Cristina candidata a presidenta.
"Cristina es la compañera que nos representa, es la conductora de nuestro movimiento", dijo Hugo Yasky arriba del escenario en el que habló Máximo Kirchner, en momentos en el que el presidente muestra señales de que quiere ir por su reelección contra Cristina y Sergio Massa, que también insinúa aspiraciones.
Cuando habló el hijo de la vicepresidenta, le cantaron "se siente, Cristina presidente". Los militantes de La Cámpora armaron un corral de varias cuadras en el que no podía ingresar nadie ajeno a la organización que lidera Máximo.
Ni los vendedores de bebidas, que querían pasar de un lado a otro de la movilización, en la que se repitió el "Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar", con el intento de magnicidio aún latente entre los seguidores de la ex presidenta.
-Estoy laburando, pa, dejame pasar -pidió un vendedor.
- Ya sé que no sos vos, pero así se nos metieron y casi le meten un tiro a Cristina -rechazó uno de los camporistas que tenía una remera que decía "organización".
El ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi, que meses atrás había sido el primero en plantear la reelección de Alberto, movilizó micros con la consigna "Cristina 2023". "Mi candidata es Cristina Kirchner", se sumó el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, horas antes del acto.
El merchandising que se vendió durante el acto estuvo monopolizado por imágenes de Cristina, Néstor Kirchner, Perón y Evita. No había una sola foto, cartel o pin referido a Alberto, a quien Máximo incluso aludió indirectamente como un traidor.
La posibilidad de una candidatura presidencial de Cristina, que inicialmente sólo se evaluaba en el kirchnerismo si Macri es el candidato de la oposición, ahora ya empezó a deslizarse con más soltura en el kirchnerismo. El acto de este lunes fue acaso un primer escenario para tantearla.
Máximo Kirchner hizo una demostración de fuerzas con un acto en Plaza de Mayo por el Día de la Lealtad en el que se despachó con fuertes críticas contra a la CGT y le mandó un mensaje envenenado a Alberto Fernández.
El hijo de la vicepresidenta confirmó que La Cámpora quiere el control de la CGT y se rodeó de gremialistas en un palco al que no se solían subir años atrás. Con Pablo Moyano a la cabeza, Máximo exhibió el apoyo de otros sindicalistas como Mario "Paco" Manrique de Smata, Roberto Baradel de Suteba y Hugo Yasky de la CTA.
Kirchner le habló abiertamente a la conducción de la CGT, que horas antes había lanzado su propia Mesa Sindical para pedir lugares en las listas del Frente de Todos.
"Piden bancas y cuando hay que votar contra los fondos buitres no aparecen", retrucó Máximo, que luego mandó mensajes que pueden ser interpretados tanto contra la CGT como contra el propio Gobierno que preside Alberto.
"Sé que la inteligencia del pueblo será superior a cualquier nueva traición que anide en el poder", dijo Máximo en una alusión indirecta a Alberto, que ya se maneja con un mini gabinete paralelo ajeno a la influencia de Massa y Cristina Kirchner. No fue casual que mientras hablaba Máximo, el público que copó la Plaza cantara "Cristina presidenta".
"Los trabajadores están esperando que dejen de traicionarlos", dijo Máximo, tan sólo días después de que el presidente removiera a Claudio Moroni, uno de los ministros más apuntados por el kirchnerismo, de la cartera de Trabajo. El propio Máximo soñaba con ser ministro de Trabajo cuando Alberto designó a Sergio Massa en Economía.
La intervención de Máximo en el mundo gremial también incluyó la presión para que Axel Kicillof removiera a Mara Ruiz Malec del ministerio de Trabajo y lo reemplazara por el sindicalisa Walter Correa. Antes, había apoyado a Abel Furlan para destronar a Antonio Caló de la conducción de la UOM.