CABA

El polémico uso de trolls indios por parte de Javier Milei para influir en la política argentina

El dispositivo digital de Javier Milei ha levantado polémica en los últimos días al verse involucrado en la contratación de trolls desde la India para apoyar su gestión y atacar a opositores. Detrás de esta operación se encuentran personajes clave, como Santiago Caputo y Fernando Cerimedo, quienes enfrentan denuncias sobre la presunta utilización de los fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia para financiar granjas de trolls.

La estrategia digital de Milei ha estado bajo la lupa tras la revelación de La Política Online (LPO), que adelantó la intención de contratar una empresa india para administrar trolls. Según esta investigación, los servicios habrían costado alrededor de cinco millones de dólares, financiados con los 100 mil millones de pesos asignados por decreto a la Secretaría de Inteligencia. Aunque el Congreso anuló ese decreto, ya se habrían gastado hasta el 80% de los fondos, lo que generó fuertes denuncias por parte del diputado Maxi Ferraro.

La operación de trolls no pasó desapercibida en redes sociales, donde cientos de usuarios con nombres indios comenzaron a emitir opiniones favorables hacia el gobierno de Milei. Lo que más llamó la atención fue su intervención en debates sobre la crisis universitaria argentina. Usuarios como Balram Singh Chauhan, Jagdish Siyol y Prakash Verma no solo defendían las políticas del gobierno, sino que parecían estar bien informados sobre temas internos del país.

Sin embargo, la falta de naturalidad en sus publicaciones y el torpe uso del español levantaron sospechas sobre la autenticidad de estos perfiles. A pesar de ello, las publicaciones continuaron con fuerza, mostrando un claro patrón de comportamiento digital que sugiere una coordinación organizada desde granjas de trolls.

El escándalo no se detiene en la manipulación digital. Fernando Cerimedo, señalado como estratega digital de Milei, enfrenta una investigación judicial que guarda similitudes con una causa en Brasil sobre las "milicias digitales" que apoyaron el intento de golpe de Estado contra Lula. Cerimedo admitió públicamente que maneja un "montón" de trolls, lo que llevó a la dirigente Malena Galmarini a presentar una denuncia penal por hostigamiento sistemático a opositores.

Este escenario deja en evidencia cómo las estrategias digitales de Milei buscan desinformar y manipular el discurso político argentino, utilizando recursos del Estado y replicando métodos utilizados por otros movimientos de derecha en América Latina.

La intervención de trolls extranjeros en el debate político argentino no solo genera preocupación por la injerencia digital en la opinión pública, sino que también abre interrogantes sobre el uso de fondos públicos para financiar estos proyectos. Con la Justicia avanzando en la investigación y con el rechazo social hacia estas prácticas, la administración Milei enfrenta un nuevo desafío en su intento por controlar el relato público.