Política

La grieta interna del peronismo en la Provincia: Kicillofistas vs. Camporistas

La división en el peronismo bonaerense no da tregua. El enfrentamiento entre los sectores kirchneristas, liderados por Axel Kicillof y Cristina Kirchner, se hace cada vez más evidente. Mientras el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, apoya al gobernador, los aliados de la vicepresidenta, como Federico Otermín, se alejan de las posturas de Kicillof. La disputa se hace palpable en reuniones y declaraciones públicas.

El panorama se complejiza con los recientes encuentros. Jorge Ferraresi, intendente cercano a Axel Kicillof, recibió a Gabriel Mariotto, uno de los referentes del kirchnerismo. En el encuentro, ambos coincidieron en la necesidad de escuchar a la gente para ofrecer respuestas frente a la crisis económica y política. Por su parte, Federico Otermín, alcalde de Lomas de Zamora, cercano a CFK, tuvo un encuentro con el senador Wado de Pedro.


Encuentros que marcan distancias


Ferraresi expresó su apoyo a Axel Kicillof, dejando en claro que su camino está alineado con el gobernador. Mientras tanto, Otermín publicó en sus redes sociales su encuentro con Wado de Pedro, destacando un evento cultural en el marco del programa "Lomas contra el Bullying". Cada uno de estos encuentros deja en evidencia la fractura interna dentro del peronismo, que ya no parece compartir el histórico lema de “todos unidos triunfaremos”.

Ante esta creciente división, los militantes del peronismo piden dejar de lado la interna y enfocarse en la oposición al gobierno de Javier Milei. La fragmentación interna puede debilitar a la fuerza, especialmente en un contexto político complejo, donde la unidad podría ser clave para enfrentar los desafíos del futuro.


¿Un futuro sin reconciliación?


La posibilidad de una reconciliación entre los sectores kirchneristas parece cada vez más lejana. Aunque en principio ambos sectores comparten una base ideológica, las diferencias en cuanto a liderazgo y estrategia electoral se profundizan. Las fotos y reuniones que se dan entre los principales actores del peronismo no hacen más que confirmar la distancia creciente entre las dos facciones.

Con la mirada puesta en las elecciones de 2025, la interna peronista podría ser un obstáculo significativo. Las fracturas dentro de la misma fuerza política podrían convertirse en una debilidad electoral, especialmente si no logran encontrar un punto de consenso que unifique al peronismo frente a la creciente oposición liderada por Milei.