Política

Juicio a la obra pública: las pruebas contra CFK no importa si son verdaderas o falsas, la sentencia esta firmada

En el marco de la causa denominada “Vialidad”, La Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner logró su golpe de efecto con la foto que involucra al Fiscal Diego Luciani, al presidente del Tribunal Oral a cargo del debate, Rodrigo Giménez Uriburo en un partido de fútbol en la quinta del ex Presidente Mauricio Macri.

Hasta aquí el dato objetivo o evidencia con la que intenta separar de sus cargos, en este juicio, al fiscal y al juez, transformándose todo en una gran oportunidad para suspender el proceso, volver todo a fojas cero con la constitución de un nuevo tribunal y que otro fiscal revise pruebas y haga un nuevo alegato.  

Desde el punto de vista mediático y político la ex Presidenta logró mucho más que en otros intentos frustrados, y apunta a que del otro lado de la vereda, los magistrados apuntados en el caso dejen de inmutarse o, como se suele decir en los pasillos: “dejen de hacer la plancha”.

En las causales de recusación en el Código Procesal hay varias posibilidades por las cuales se pueden reclamar esas separaciones o la suspensión de la actividad de determinados magistrados en los procesos, siendo la más común la del parentesco o amistad manifiesta con algunas de las partes.

Esto está previsto en el Código Procesal penal (ley 27063) en tanto se señala como un magistrado recusado a quien tenga con alguno de los interesados amistad que se manifieste por gran familiaridad o frecuencia en el trato.

Sin embargo, da la impresión que la opción o inciso 11 de artículo 55, la que calza mejor en la situación porque constituye motivo de recusación el tener “amistad íntima, o enemistad manifiesta con alguno de los interesados”.

Aquí se configura tal vez la razón más directa que vio Carlos Beraldi al presentar hoy su pedido de recusación en una escena donde no faltaría nada: Un partido de fútbol en la Quinta de un ex Presidente manifiestamente en relación de enemistad con la procesada y donde, según las sospechas, pudieron haber hablado del caso tanto el juez como el representante del ministerio público.

La foto podría ser un buen un inicio y, según las bibliotecas jurídicas, una mitad indica que es un elemento suficiente y la otra señala que una imagen debe ser acompañada por otros elementos de evidencia, por caso, testimonios, documentación y demás elementos.

Lo cierto es que se instaló un acontecimiento bastante difícil de esquivar para el procedimiento judicial y debería merecer algún esfuerzo en la respuesta de los magistrados involucrados en el pedido de recusación.

Cabe señalar que lo que Cristina no pudo lograr, pese a un enorme esfuerzo, fue el de lograr alguna excusación de parte de los jueces intervinientes por el caso de “violencia moral” o por ataques verbales o similares expresiones.

En aquella indagatoria del 2019 Cristina invirtió el rol de la clásica escena judicial, y fue cuando invitó al Tribunal a dar respuestas a la comunidad –algo que no suele registrarse durante la mayoría de los juicios- los magistrados pusieron la mejor cara de póker y decidieron no regalar una retirada.