Política
La Argentina Bi: Patricia Bullrich coincidió con CFK, "se ahorra en dólares, no nos gusta pero es la realidad"
La presidenta del Pro le dijo a la dirigencia sindical que “hay que cambiar la ley laboral”, planteó con el que Rodríguez Larreta se había llevado horas antes los pocos aplausos que los ejecutivos del Coloquio de IDEA repartieron en la jornada de cierre. Entonces, Bullrich hizo hincapié en dejar de mirar a minoría de gremialistas que aún resisten a estos cambios.
También tachó los planes sociales como alternativa. Recordó que ya lo planteó durante la gestión de Mauricio Macri y lamentó que, cuatro años después, “teníamos más que antes”. “Son una lógica de indignidad”, los definió y pidió cambiarlos por un sistema de seguro de desempleo.
Rescató de sus propuestas la experiencia del servicio cívico en valores que se alentó durante el tramo final del gobierno anterior y lo consideró una alternativa para que los más jóvenes se formen hacia una salida laboral. “Queremos que la educación sea una causa nacional”, insistió y hasta arriesgó que el gobierno superior debería actuar de manera más explícita frente a conflictos que impiden el desarrollo normal de ciclo educativo en las provincias. “Si es necesario, hay que intervenir”, remarcó.
Y si entrar en acción se trata, ratificó que apelará a las Fuerzas Armadas para que se cumpla “el orden y la ley”. Citó el caso de la tragedia que vive la ciudad de Rosario con el narcotráfico y sus consecuencias, con cientos de asesinatos. Aseguró que si es necesario “hay que ir con las fuerzas armadas” y lo mismo planteó para los casos de usurpación de tierras en la Patagonia, en referencia a conflictos con parte de la comunidad mapuche. Dijo que al recurso militar “le vamos a dar una oportunidad de sacarlos de 40 años que los tienen en un rincón”.
Patricia sin filtros
“Quien quiera oír, que oiga”, dijo en lo que intentó como una invitación a sectores del sindicalismo al que llamó “moderno” para acompañar esa alternativa que cree necesaria si es que se pretende generar más empleo. Y los invitó a alejarse de resistencias que identificó con Hugo Moyano, al que comparó con el grupo Hamas y su intifada, que obstaculiza un acuerdo de paz histórico para Palestina. “Van a mirar al Moyanito que les tira piedras a los 10 millones de argentinos que hoy no tienen un trabajo formal”, los desafió.
El encuentro dejó más que satisfechos a los organizadores no solo por la militancia que acompañó y en gran número, tanto que el salón de planta alta del complejo La Normandina quedó chico. Mucho más porque vieron llegar a más jefes comunales de los que creían que iban a alinearse con Bullrich en esta carrera hacia el 10 de diciembre del año próximo.
La demostración de fuerza se extendió a las inmediaciones de Playa Grande, donde desde temprano se instalaron grupos que colgaron carteles sobre espacios verdes linderos a la playa, se paseaban con banderas y agitaban pancartas con un mensaje común: “Bullrich 2023?.
Como “futura presidenta de la Nación” la presentaron los dos precandidatos a gobernador bonaerense que la acompañan, Javier Iguacel y Joaquín de la Torre, y comprometieron acompañarla hacia ese destino una decena de jefes comunales, varios de ellos relevantes y en los que el entorno de Bullrich valoró el gesto. “Algunos se sacan la foto, pero otros ponen la cara y la voz”, reconocieron desde su círculo íntimo para citar, por ejemplo, el discurso comprometido que dejó Martín Yeza, intendente de Pinamar, que dos días atrás caminó por aquellas playas junto al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el otro aspirante fuerte a la presidencia de la Nación desde Juntos por el Cambio.
Durante la jornada se realizaron paneles temáticos para presentar ejes de un futuro plan de gobierno. El que abrió el fuego fue el de economía, compuesto por Daniel Artana, Diana Mondino y Luciano Laspina, el economista jefe del equipo de Bullrich. Pasó y tomó el micrófono el diputado nacional Cristian Ritondo, otro de los que en la semana se mostró junto a Rodríguez Larreta, y entre otros se subieron al escenario para hacer su aporte los intendentes de San Miguel, Jaime Méndez; de San Nicolás, Manuel Passaglia y de 9 de julio, Mariano Barroso. Laderos de Bullrich aseguraban –y celebraban- que “el Jorgismo” (como llaman al grupo de mandatarios que tiene como referente a Jorge Macri) acompañó fuerte esta cita.
Fuerte también fue el discurso de Bullrich, que acumuló aplausos del auditorio con propuestas que no supieron de eufemismos. Fue clara para reconocer que en la Argentina se ahorra en dólares y por tanto anunció que en caso de llegar a la Presidencia aplicará un modelo económico “bimonetario” para atender el comportamiento medio de los argentinos. “No nos gusta eso pero es la realidad”, advirtió.
Bullrich también comprometió el orden fiscal. “Seremos los primeros en demostrar austeridad”, prometió, convencida que a la ciudadanía “no se le puede pedir esfuerzo haciendo fiestas en Olivos”. “No se vive con una economía desquiciada, sin crédito”, aseguró desde el diagnóstico de un desafío difícil y que implica tiempos duros. Por eso advirtió que “no venimos a prometer un optimismo estúpido” y para sacar adelante el país consideró imprescindible facilitar condiciones para la creación de empleo.