Política

La era Massa: con la sesión en diputados para formalizar su renuncia, comienza el periplo del tigrense en economia

Luego de reunirse con el presidente Alberto Fernández en la Quinta de Olivos, el designado futuro ministro de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Sergio Massa, le adelantó a la prensa que durante el fin de semana no iba a haber anuncios y pidió calma. “Déjenme trabajar tranquilo”, pidió. Cumplió. Fue un recreo que termino este lunes, que promete unas frenéticas 72 horas de debut en la primera semana de su nueva gestión, con la que espera fortalecer al Frente de Todos (FDT) y superar la crisis económica. A puertas cerradas, abre un paraguas y pide "tiempo", la clásica luna de miel de los cien días de toda nueva administración. 

Como socio fundador frentetodista, a diferencia de su efímera antecesora Silvina Batakis, el tigrense no necesita una foto con Cristina Fernández de Kirchner para validarse. De viaje en el sur, la vicepresidenta no participó de la jura de ningún integrante del elenco ministerial albertista, por lo que el nuevo superministro no debería ser la excepción. Sin embargo, en la Casa Rosada se rumorea una instantánea, como ya han protagonizado ambos, como prueba de acompañamiento del anuncio de las medidas prometidas para el miércoles. 

Con quien sí se verá antes Massa es con Máximo Kirchner. Con el extitular del bloque del FDT en la Cámara de Diputados deberá administrar su propia sucesión. Para evitar especulaciones, que ya estaban a la orden del día, el por ahora diputado anunció por Twitter que renunciará a su banca. Que se tomara licencia, como se dejó entrever primero, abría las puertas a un plan B para su eventual regreso. Su reemplazante como legislador será Juan Marino, dirigente del Partido Piquetero y funcionario bonaerense bajo el mando de Andrés Larroque

El futuro de la silla que deja vacante en el despacho de la presidencia de la Cámara esta resuelto. Massa logro que se siente en ella la diputada renovadora de sintonía con Kirchner Cecilia Moreau. Otros alegan que debería ser una figura por fuera de esa tribu oficial que acaba de ganarse un megaministerio. Los nombres de Carlos Heller y José Luis Gioja se suman a la perinola. Hoy, en sesión, se confirmará a la diputada del Frente Renovador. 

Para ese momento, Massa deberá haber revelado su equipo. También, a través de las redes sociales, fijó el anuncio en el calendario. Hasta el momento hay hermetismo alrededor de quienes sucederán al ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, quien aceptó volver a ser embajador en Brasil, y al de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, que regresó al llano sin ninguna dedicatoria presidencial de despedida. Aspirantes a ambos puestos hay, pero no sólo de ahora. El team Massa hace tiempo que suma jugadores. 

Con la abrupta salida de Matías Kulfas por el off-gate, el massismo había impulsado el regreso de José Ignacio de Mendiguren, hoy en el BICE, a la cartera que encabezó durante el duhaldismo. Para el despacho que debe interactuar con el campo, un referente del Frente Renovador había sonado como el primer funcionario del área antes de que Fernández designara a Luis Basterra: se trata de Gabriel Delgado, exsecretario de Agricultura y actual interventor de Grupo Vicentín. Para la Secretaría de Comercio Interior, clave desde la óptica mediática de la gestión contra la suba de precios, suena el nombre de Matías Tombolini, exvicepresidente del Banco Nación y actual presidente de ARSAT. En dos meses se habrán nombrado cuatro funcionarios en esa área: tras la renuncia de Roberto Feletti, el más tarde también renunciante Martín Guzmán designó a Guillermo Hang y luego Batakis a Martín Pollera, cuando parecía que la ola naranja tomaría por asalto el electoral 2023. 

Un nombre ya confirmado fue el de Jorge Neme, pieza de Juan Manzur que trabajará bajo la órbita de Massa. Este movimiento refuerza la tesis de un acuerdo M-M con el jefe de Gabinete que sobrevivió al desembarco massista previsto, primero, como ministro coordinador. Ese fin de semana el tucumano se mostró con el ministro Eduardo de Pedro de pseudocampaña en su provincia. En el tintero, con puesto a develar, queda el actual subdirector del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), Lisandro Cleri, y para el reacomodamiento general, en el boletín oficial se  aguarda la unificación de los ministerios de Obras Públicas y Transporte, por lo que el massista Alexis Guerrera quedaría bajo la estructura de Gabriel Katopodis. 

Según aquella hoja de ruta original, bosquejada al calor de la partida de Guzmán, Massa no sólo pretendía la Jefatura de Gabinete, sino controlar la AFIP y el Banco Central. En el organismo recaudador, si bien ya tiene un pie adentro con Guillermo Michel en la Dirección de Aduanas, el superministro deberá intercambiar opiniones con el cristinista Carlos Castagneto. ¿Y en el BCRA? Sigue Miguel Ángel Pesce, por ahora, al punto de que el sábado su continuidad fue ratificada por Juan Manuel Olmos, exjefe de Asesores de Fernández y próximo a jurar como vicejefe de Gabinete. Albertista de la mesa chica, Pesce se enfrentó con Guzmán, tejió un camino con la dupla Batakis-Scioli y ahora tiende puentes con Massa, obsesionado con el ingreso y la salida de dólares: todo un superviviente. 

Queda el elefante en la habitación: el sector energético en manos de La Cámpora. "Sería lo lógico, pero no es algo que haya guiado a este Gobierno", replican desde esa área al imaginar una segura salida del secretario Darío Martínez. Líbero, no es un funcionario 100% del Instituto Patria, lo cual podría ser moneda de cambio en la negociación de Massa con el hijo de la vicepresidenta. Como en los primeros meses de 2021, en el choque interno que prologó la crisis política del FdT, Cristina Kirchner defendería hoy de nuevo al subsecretario Federico Basualdo, a quien Guzmán no pudo echar. A mano, Massa tiene la carta de ser la última esperanza del oficialismo para que el Frente y Todos tengan un 2023. 

Con los nombres puestos, llegará el miércoles con un anunciado paquete de medidas económicas. Su contenido está, por ahora, bajo siete llaves.