Política

Máximo abraza hasta el último albertista arrepentido que exista en Provincia de Buenos Aires

Hace poco más de diez días quedaron conformadas las secretarías del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, que conduce Máximo Kirchner. El paso formal, que se concretó seis meses después de la asunción del diputado y jefe de La Cámpora al frente del partido, ofreció una nueva muestra de un armado político bonaerense con el camporismo al frente, pero en sociedad con dirigentes de cercanía al presidente Alberto Fernández. El diseño de un horizonte electoral para el año próximo los une, a pesar del enfrentamiento que el hijo de la vicepresidenta Cristina Kirchner mantiene con el jefe del Estado.

La Secretaría General del partido quedó a cargo del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. En el resto de las 45 secretarías se ubicaron dirigentes mayoritariamente de La Cámpora, intendentes que hoy comulgan con Máximo Kirchner y gremialistas. Pero también albertistas como la diputada Victoria Tolosa Paz (secretaria de Relaciones con el Mercosur). También participaron del encuentro que definió la conformación de las secretarías Juan Zabaleta (ministro de Desarrollo Social) y Jorge Ferraresi (ministro de Hábitat, que quedó a cargo de la Secretaría de Vivienda del partido), dos miembros del gabinete que también se anotaban como frecuentes defensores del Presidente, aunque Ferraresi siempre tuvo pertenencia kirchnerista y el último lunes fue uno de los anfitriones de la vicepresidenta Cristina Kirchner, que lanzó críticas al Gobierno desde un plenario de la CTA de los Trabajadores.

Una fuente de confianza de uno de los albertistas designados en el PJ provincial aseguró que el Presidente está al tanto de estos movimientos y advirtió que se desarrollan en busca de un horizonte electoral. El mismo horizonte que evaluó un miembro de las bases camporistas, que analizó que el Presidente no les ofrece expectativas a sus leales.

“No es que Máximo los ordena ni que los ministros ordenan; es una dinámica. Es la base de lo que hoy hay que hacer para tener un horizonte electoral ordenado”, describió un hombre cercano a uno de los albertistas que participan en el armado del PJ bonaerense. “Alberto y Cristina están informados, nadie va a hacer cosas a oscuras”, aseguró. Y sostuvo que “en estos encuentros se va armando la conducción de la provincia de Buenos Aires”.

Los integrantes del gabinete que tienen territorio están un poco decepcionados con Alberto. Lo de [MatíasKulfas indica que no banca a nadie. Es una apuesta estratégica para no perder el territorio”, consideró un camporista. “La provincia de Buenos Aires la armó Máximo y tiene un horizonte político”, completó.

Además de las designaciones en las secretarías partidarias, Máximo Kirchner sumó algunas visitas, como la que hizo a José León Suárez, partido de San Martín, donde se mostró con Katopodis. También presentó la obra de un nuevo hospital del PAMI en Hurlingham, distrito de Zabaleta pero que ahora gobierna un camporista, Damián Selci.

El rol partidario de Máximo Kirchner se afianza tras su renuncia a la jefatura del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados que escenificó su desacuerdo con el Presidente. En las secretarías partidarias también ubicó a aliados clave, como Martín Insaurralde (jefe de Gabinete bonaerense), su principal nexo con los intendentes peronistas; a varios jefes comunales, como Fernando Espinoza (La Matanza), y a camporistas como Mayra Mendoza (intendenta de Quilmes) o Andrés Larroque (ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense), entre otros.

En la reunión del PJ que se realizó el 14 de junio, en La Plata, además de las secretarías, se definió avanzar en la convocatoria a un congreso partidario y en una campaña masiva de afiliaciones, punto sobre el que había polemizado el funcionario nacional y líder del Movimiento Evita Fernando “Chino” Navarro, al señalar que la mitad de las fichas en el PJ son truchas.

En el encuentro partidario también se definieron los nombres de tres apoderados del partido a nivel bonaerense, encargados de rubricar con sus firmas las listas de candidatos. Entre ellos está Facundo Tignanelli, un hombre de extrema confianza de Máximo Kirchner que fue clave en la conformación de las listas del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires. Tignanelli fue diputado provincial pero no logró renovar su banca el año pasado, la perdió en el recuento definitivo con Constanza Moragues Santos (Avanza Libertad).