Política
Michel, un técnico para todos, pero que responde a Massa
Guillermo Michel cultiva el bajísimo perfil. Una rareza para un joven de 43 años que estuvo en uno de los lugares más sensibles de un gobierno nacional. Esa sensibilidad la otorga, en el mundo actual, el acceso a la información. El abogado y contador oriundo de Gualeguaychú fue el segundo de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) durante la gestión de Ricardo Etchegaray.
En el mundo de la política se lo vincula a Guillermo Guastavino. Hubo, y hay seguramente, una relación estrecha porque ambos viven en la misma ciudad, tuvieron una cercanía familiar y porque coincidieron en el mismo lugar de trabajo: el Senado de la Nación.
Michel llegó al Congreso en 2008 por un amigo de la UBA que ya trabajaba ahí. En poco tiempo, pasó a desempeñarse en el bloque justicialista que presidía Miguel Angel Pichetto. La tarea fue siempre de carácter técnico y para temas específicos.
En 2010 conoció a Etchegaray a través de Sergio Urribarri. En el organismo tributario trabajó dos años como asesor y delegado de la Argentina en la renegociación de convenios bilaterales y de intercambio de información tributaria con los países más diversos del planeta. Luego pasó a ser subdirector general de coordinación técnico institucional. Todo ese palabrerío se podría resumir así: el número dos de la AFIP. Se desempeñó allí desde enero de 2012 a marzo de 2015. Éste último año pasó a ser director de Aduana, cargo que conservaba luego de haber pasado a planta permanente por ser un empleado de carrera.
Con la llegada al gobierno de Mauricio Macri, Michel volvió al Senado como asesor del bloque. Etchegaray estuvo en la Auditoría General de la Nación (AGN). Cuando Pichetto decidió en junio del año pasado compartir la fórmula de Juntos por el Cambio, Michel quedó boyando en el bloque esperando el desenlace electoral.
Esclarecido el panorama, el 10 de diciembre cuando Sergio Massa juró como presidente de la Cámara de Diputados y lo llevó como asesor. Se conocieron en los días de la Alternativa Federal. Michel iba con Pichetto.
El gualeguaychuense conserva el bajo perfil de siempre. Difícilmente se encuentre una declaración de orden político en la prensa. Incluso de cuando fue funcionario. Cerca de él aseguran que no tiene ninguna intención electoral. De formación técnica sólida, alimentada además de sus dos títulos con un posgrado Derecho Tributario y una maestría en Finanzas, el joven asesor se roza permanentemente con la política.
En una nota del año pasado, el periodista Carlos Pagni le asignó a Michel la autoría de una estructura tributaria incorporada en el Presupuesto que recaudaría 40 mil millones de pesos que beneficia a Massa de caras a su proyecto político a futuro.
Michel habla con todos. Cuando Urribarri estuvo la semana pasada en el país se tomaron un café. Lo mismo hace con dirigentes nacionales y locales, algunos de ellos anotados para suceder a Gustavo Bordet.
Quienes lo conocen aseguran una y otra vez que la política o la rosca se la cede a “quienes tienen los votos”, pero él está para ayudar en lo que sabe.