Política
Milei o Larreta: ¿Qué estilo es más eficaz para llegar competitivo al 2023?
La campaña electoral ya empezó y dos de los referentes opositores eligieron caminos muy distintos. Javier Milei apuesta a la provocación, los insultos y las declaraciones disrruptivas para ganar seguidores, mientras que Horacio Rodríguez Larreta se ciñe a un un tono moderado que por momentos exaspera a sus colaboradores más cercanos que le piden definiciones tajantes y gestos fuertes de autoridad.
La pregunta a casi un año y medio de la elección es que posicionamiento es más seguro: ¿Larreta puede terminar desdibujándose y perdiendo su lugar privilegiado en las encuestas? ¿Milei terminará deshilachado, incinerado por los sucesivos escándalos que generan sus declaraciones?
Lucas Romero, politólogo y director Synopsis, divide la carrera de un dirigente en los momentos no electorales y en los electorales. En los primeros la opinión pública está más pendiente de las acciones del gobierno y no tanto en la oposición.
Si hay enojo con el gobierno, entonces, un discurso como el de Milei resulta más atractivo. "Si el clima es pesimista frente al futuro y hay mal humor con el gobierno, quien exprese ese enojo puede cosechar simpatías", explica.
La idea de Larreta es buena. No porque recoja muchas pasiones, pero sí recoge pocos enojos, eso le permite aspirar construir una mayoría amplia para lograr consensos sociales en lo que viene.
Sin embargo la cercanía de los comicios cambia la perspectiva. "Cuando se acerca el proceso electoral, la opinión pública se vuelca a la metodología comparativa y ahí no pesa tanto el enojo, sino encontrar cuál es la mejor opción. Ya no solo busca un buen diagnóstico, sino una buena propuesta", sostiene Romero.
Para Analía del Franco, Milei tiene "un estilo disruptivo, transgresor y eso impacta en la gente joven, a los que están hartos del status quo y quieren algo nuevo". Sin embargo para la consultora, el líder libertario "impacta más por la formas que por el fondo".
En las propuestas de Milei parece estar su gran embudo. "Milei recorre un proceso de ‘microdefinición' que difícilmente amplíe los apoyos. Se va haciendo específico de una manera inconveniente. No es un problema de transparencia ideológica, pero sí son ideas que difícilmente las comparta un grupo amplio de personas", dice Romero.
Milei tiene "un estilo disruptivo, transgresor y eso impacta en la gente joven, a los que están hartos del status quo y quieren algo nuevo. Sin embargo, impacta más por la formas que por el fondo.
"La idea de Larreta es buena. No porque recoja muchas pasiones, pero sí recoge pocos enojos, eso le permite aspirar construir una mayoría amplia para lograr consensos sociales en lo que viene", cierra Romero.
En esa zona es donde Larreta saca una ventaja: en la última semana el jefe de Gobierno se puso el traje de candidato y asumió posiciones contrarias al oficialismo. "Es una decisión acertada en términos de que en el inconsciente de la gente está la imagen de un político centrado. Quizás le faltaban definiciones contrarias al oficialismo, pero no implica que eso desdibuje la idea de aglomerar una mayoría bien amplia", plantea el director de Synopsis.
Un veterano político argentino, que participó de decenas de campañas cree que el modelo de Milei verá su más temprano que tarde su agotamiento. "Es imposible participar de mil programas de televisión y tratar de superar siempre el título que dejaste en el anterior. En un momento se termina, o porque no tenés con qué subir la apuesta o porque desbarrancaste y la gente no te sigue más", analiza.
De hecho, los últimos sondeos indican una caída en la imagen del economista y este viernes en el acto de lanzamiento que organizó en el Club Los Polvorines fue notable la ausencia de público, que lo obligó a hablar ante un estadio semi vacío.
Del Franco percibe uno de esos ejes: "Milei se metió en cuestiones no económicas, más sociales y de valores y empieza a sonar mal. Lo de las armas, pero sobre todo lo de la venta de órganos, aparece como una persona que pasa de un transgresor a alguien más violento. A medida que vaya haciendo propuestas va a empezar a dividir aguas", asegura.
"La idea de Larreta es buena. No porque recoja muchas pasiones, pero sí recoge pocos enojos, eso le permite aspirar construir una mayoría amplia para lograr consensos sociales en lo que viene", cierra Romero.