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Peronismo en estado de pánico: el anuncio que Alberto va por su reelección genero silencio stampa
El peronismo se mantuvo en silencio luego de que Alberto Fernández anunciara desde España su intención de reelegir. Solo el legislador porteño Claudio Ferreño salió a apoyar a su jefe político.
"Definitivamente", respondió el Presidente cuando desde el diario El País le preguntaron si buscaría otro mandato presidencial en 2023. "Si hay algo que nos pasa a los peronistas es que nunca nos damos por vencidos", agregó Alberto en una entrevista donde también criticó a Cristina Kirchner.
En cualquier país del mundo el anuncio de una reelección es uno de los momentos más importantes del mandato de un presidente. Es un parteaguas, ordena políticamente a la tropa y la alinea detrás de esa idea.
Tras la publicación de la entrevista, que tuvo amplia difusión en todos los medios argentinos, los gobernadores peronistas se reunieron en el Consejo Federal de Inversiones. Hubo un comunicado que se refirió a la pelea por la Coparticipación que mantiene Nación con la Ciudad, pero ni una línea referida a la reelección.
Por un lado el Presidente, con las críticas a Cristina y el anuncio de competir en 2023, mostró la voluntad de pelea y la iniciativa política que le pedían los halcones albertistas. No parece suficiente. Gobernadores e intendentes se preguntan, en una lectura que acaso expresa prudencia, con qué elementos piensa sostener Alberto su candidatura.
El Presidente tiene un panorama complejo en dos frentes. El primero es su estructura política: en la provincia de Buenos Aires, que tiene casi el 40% de los votantes nacionales, la hegemonía electoral pertenece al kirchnerismo.
Lo mismo ocurre con el norte, otro de los bastiones del PJ. Allí los gobernadores Gildo Insfrán, de Formosa, Jorge Capitanich, de Chaco, y Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, son cercanos a Cristina. El resto de los mandatarios peronistas oscila, pero la historia reciente indica que al final suelen alinearse con el postulante que mejor mida.
La otra dificultad de Alberto para sostener su candidatura tiene que ver con los sondeos de opinión, que nunca son determinantes, pero sí útiles para medir la temperatura social.
Un estudio de Zuban Córdoba publicó días atrás muestra que la gestión de Alberto tiene 68% de rechazo y 30% de aprobación. Además el 72% de los consultados respondió que el país va en la dirección incorrecta. Es una de las tantas encuestas que muestran la disconformidad con un gobierno que desde abril de 2020 tiene una imagen declinante.