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Tensiones y Desafíos: La Cumbre CELAC-UE en Bruselas Expone Diferencias y Prioridades Asimétricas

Tuntos de alto nivel entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE) en Bruselas, marcaron la primera cumbre de mandatarios de ambos continentes en los últimos ocho años. A pesar de los esfuerzos por mostrar unidad, las diferencias y desequilibrios fueron evidentes en el encuentro.

Los temas principales en la agenda incluyeron la recuperación económica tras la pandemia, la crisis ambiental y el conflicto entre Rusia y la OTAN. La presencia del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, fue rechazada por un grupo de gobiernos latinoamericanos que optaron por no involucrarse en el conflicto, a pesar de las presiones de Washington y las principales capitales europeas.

Uno de los puntos fundamentales de la cumbre fue la expansión económica de China en América Latina. Aunque la región aún no juega un papel protagónico en la "Iniciativa de la Franja y la Ruta" (también conocida como "One Belt, One Road") de China, la influencia china en la economía latinoamericana es clara.

Para contrarrestar la influencia china, la UE anunció el aumento de fondos disponibles para América Latina y el Caribe en el plan Global Gateway, destinado a financiar el desarrollo sostenible y la transición verde. Sin embargo, los 45 mil millones de euros anunciados solo cubrirían una parte de la conectividad digital necesaria para la región.

El acuerdo entre el Mercosur y la UE también fue un tema de discusión destacado, ya que existen diferencias y dificultades entre ambas partes, con países como Francia rechazando los términos del convenio debido a sus efectos económicos.

Además, la UE ha impuesto sanciones a socios que violen los derechos humanos y las disposiciones sobre cambio climático en acuerdos comerciales bilaterales, lo que ha generado tensiones en la relación con países del Cono Sur.

El medio ambiente fue otro tema central de la cumbre, con una iniciativa presentada por la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, para abordar el endeudamiento de países en desarrollo debido a desastres naturales y el cambio climático.

En la declaración final, las diferencias internas entre los países también se hicieron evidentes, particularmente en temas como la crisis en Ucrania y la responsabilidad europea en el genocidio nativo y la trata de esclavos en la historia latinoamericana.

La cumbre dejó claro que a pesar de los esfuerzos por mostrar unidad, las disparidades y desafíos entre ambas regiones continúan siendo un desafío para las relaciones políticas y económicas.