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Tensión creciente entre Rusia y Ucrania mientras se intensifican los temores sobre un posible acto subversivo en una central nuclear
Rusia ha reiterado su determinación de mantenerse al frente en la guerra con Ucrania, que ya ha durado 16 meses sin señales claras de una solución diplomática. Las acusaciones y los ataques continúan siendo constantes en las últimas semanas, aumentando la tensión en la región.
El Kremlin ha acusado a Kiev de estar preparando un posible acto subversivo en la central nuclear de Zaporiyia, controlada por Rusia, advirtiendo sobre las "consecuencias catastróficas" que esto podría tener. Esta central ha sido escenario de hostilidades entre las fuerzas de ambos bandos y ha generado preocupación en la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Dmitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa, ha afirmado a los medios de comunicación que la situación es muy tensa debido al alto riesgo de un acto subversivo por parte del régimen de Kiev. Peskov ha instado a tomar todas las medidas necesarias para combatir esta amenaza, acusando a Kiev de haber demostrado en múltiples ocasiones su disposición a cualquier acción.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha advertido en una conversación telefónica con el presidente francés, Emmanuel Macron, sobre las supuestas "provocaciones peligrosas" que Rusia estaría planeando en la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa.
El ejército ucraniano ha informado que se encontraron objetos similares a artefactos explosivos en el techo exterior de los reactores 3 y 4 de la central nuclear, colocados con la intención de simular bombardeos desde el lado ucraniano. Esta central ha sido objeto de hostilidades repetidas entre Kiev y Moscú, habiendo sido blanco de disparos y desconectada de la red eléctrica en múltiples ocasiones.
Mientras tanto, las tropas ucranianas continúan su contraofensiva para recuperar el territorio que está actualmente bajo control ruso. Además, la reciente destrucción de la represa de Kajovka, ubicada en una zona ocupada por Rusia, ha aumentado los temores sobre la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia, ya que depende del agua de ese embalse para su refrigeración.
En otro incidente, las autoridades rusas han informado sobre un ataque llevado a cabo por las tropas de Kiev en Makiivka, en el este de Ucrania, donde una persona murió y 41 resultaron heridas, incluyendo dos niños. Makiivka es uno de los principales objetivos de la ofensiva del presidente ruso, Vladimir Putin. Según las fuerzas armadas ucranianas, un grupo ruso en la zona fue destruido como resultado del fuego de las fuerzas de defensa ucranianas.
Según fuentes prorrusas citadas por la agencia rusa TASS, el bombardeo causó daños en nueve instalaciones de salud en Donetsk. A principios de año, Moscú informó que 89 soldados murieron en un ataque contra una base temporal en Makiivka.