El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha firmado una orden ejecutiva que tiene como objetivo bloquear y regular las inversiones de alta tecnología con sede en Estados Unidos dirigidas hacia China. La medida, anunciada el miércoles, busca reducir la capacidad de China para utilizar las inversiones estadounidenses en sus empresas tecnológicas para modernizar su ejército, y se enfoca en áreas como chips informáticos avanzados, microelectrónica, tecnologías de la información cuántica e inteligencia artificial.
Funcionarios de la Administración han afirmado que esta medida responde a preocupaciones de seguridad nacional más que a intereses económicos. La orden también se enmarca dentro de la política industrial de Biden, que busca fortalecer la manufactura de semiconductores en suelo estadounidense. Parte de este plan incluye la "Ley CHIPS y Ciencia".
Durante el anuncio de la orden ejecutiva, Biden destacó la importancia de invertir en los Estados Unidos y de revitalizar la comunidad local, enfocándose en su plan para transformar el país. Esta acción se lleva a cabo en un momento en el que Estados Unidos ha fortalecido alianzas con países como Japón, Corea del Sur, Australia y la Unión Europea.
China ha criticado de inmediato esta orden ejecutiva. Un portavoz del ministerio de comercio de China expresó que la medida se aleja gravemente de los principios de economía de mercado y competencia leal que Estados Unidos ha promovido. Además, señaló que la orden afecta las decisiones empresariales normales y perturba la seguridad de las cadenas industriales y de suministro globales.
Es importante destacar que la Administración de Biden ha consultado tanto a sus aliados como a la industria para dar forma a esta orden ejecutiva. Aunque China ha mostrado apoyo a Rusia tras la invasión de Ucrania en 2022, Biden ha mencionado que esa amistad no ha llegado al punto de enviar armas.
La medida ejecutiva, que busca equilibrar las relaciones comerciales y tecnológicas con China, es un paso significativo en la política exterior y económica de Estados Unidos bajo la administración de Biden. La reacción de China y la respuesta de otros actores internacionales serán importantes de seguir en las próximas semanas.