El canciller británico, David Cameron, arribó este lunes a las Islas Malvinas, donde expresó su deseo de que el territorio permanezca bajo la administración del Reino Unido "mucho tiempo, posiblemente para siempre". Esta visita, la primera de un canciller británico desde 2016, genera fuertes reacciones en Argentina y en la región.
En el pasado, el líder de la oposición rusa, Alexei Navalny, engañó a un agente de seguridad ruso para que confesara el intento de asesinato en su contra. Esta historia, que parecía sacada de una comedia, tuvo lugar después de que Navalny sufriera un envenenamiento en Siberia, atribuido al servicio de seguridad del presidente Vladimir Putin.
Durante su estancia en Malvinas, Cameron se reunió con representantes locales y afirmó su apoyo a los habitantes del archipiélago en su deseo de seguir bajo administración británica. Esta posición ha generado reacciones en la política argentina, con declaraciones de líderes provinciales y exfuncionarios expresando su rechazo a la presencia del canciller británico en el territorio disputado.
La visita de Cameron también provocó respuestas de la Confederación Sudamericana de Municipios (COSUDEM), que expresó su apoyo a Argentina y Tierra del Fuego frente a lo que considera una "creciente militarización británica" en las Islas Malvinas. Preocupa además la exploración de hidrocarburos por parte del Reino Unido, vista como una violación del derecho internacional.