Cada año electoral es la misma historia: un viejo debate vuelve a la escena política de la provincia de Buenos Aires. “¿Desdoblar o no?, esa es la cuestión”, bien podría ser la frase que resume la discusión en el territorio que -no es un dato menor- concentra casi el 40% del padrón del país. Por ello, no son pocos los que pregonan separar unos comicios de otros. Claro que siempre cobra fuerza la disputa cuando se acerca la fecha de la compulsa en las urnas.
La realidad marca que esto nunca sucedió desde el 83 a la fecha, (Con excepcion al periodo previo a la reforma constitucional de 1994, cuando Antonio Cafiero fue electo gobernador en una fecha distinta ya que los periodos presidenciales eran de 6 años) mas con la salvedad de las elecciones del 2003, que fueron por demás extraordinarias. Ese año, se votó para Presidente en abril en medio de una transición política tras la crisis del 2001, por lo que la gran mayoría de las provincias eligió en otra fecha. En Buenos Aires, fue en septiembre. Desde allí, no se repitió el desdoblamiento en territorio bonaerense.
Hubo otro intento fuerte en 2019, cuando María Eugenia Vidal era la gobernadora y varios veían que la elección nacional se perdía y pretendían jugar divididos para que “la leona” conserve el poder, aún con la predecible derrota de Mauricio Macri en Nación. Uno de los defensores de esa idea era el entonces ministro Joaquín de la Torre, hoy senador provincial de Juntos. En efecto, el legislador presentó un proyecto este año para que, a partir del 2025, los comicios sean separados.
“Queremos sacar el debate de la especulación electoral del año que viene”, señaló el autor del proyecto en más de una oportunidad, para justificar por qué no afectaría a los comicios del 2023. “No queremos la ventajita, sacar ningún provecho electoral, por eso proponemos cambiarlo a partir del 2025”, repite casi como un mantra de la Torre.
Pero el representante de la pata peronista en Juntos no está solo en la cruzada. En los últimos días se sumó una voz de peso del radicalismo bonaerense al pedido. Se trata del presidente de la UCR provincial y presidente del interbloque en la Legislatura, el diputado Maximiliano Abad. "No vamos a construir identidad bonaerense si no hay un desacople de la elección nacional y la provincial, porque permanentemente los formadores de opinión traen los temas nacionales y los dirigentes políticos discutimos eso. Y los temas de la Provincia se ponen debajo de la alfombra”, apuntó en el Foro de Políticas Públicas del GEN realizado en Mar del Plata.
Y agregó: "También tenemos una responsabilidad sobre el desarrollo de nuestra provincia, que tiene que estar en nuestra propia agenda, con el objetivo de plantear claramente el desacople de las elecciones, para que nuestros gobernantes conozcan la Provincia y sean los que lleven las políticas públicas que se discuten en el seno de los partidos políticos, como también creo que no hay autonomía municipal y que no hay desarrollo de los municipios sin la autonomía, y que esta necesita un régimen de coparticipación diferente. Esto tiene que ver con buscar una Argentina más igualitaria”.
“A mi particularmente me simpatiza la idea. A quién le conviene nunca se va a saber, pero sería sana una discusión Provincial y Municipal desenganchado de lo nacional”, confió un dirigente de peso del interior bonaerense que milita en las filas del Frente de Todos y su voz es escuchada con atención en la Legislatura.
Y es que en los papeles, el gobierno de Axel Kicillof podría verse beneficiado por una decisión de este tipo. El panorama a nivel nacional asoma de mínima difícil para ir por la reelección y esa ola podría afectar a la provincia, como ocurrió en 2019. Sin confirmación oficial, es un hecho que el Gobernador irá por otro mandato y deberá resolver la mejor estrategia para conseguir el objetivo.
Más allá de las especulaciones y los cálculos, la empresa tendría un obstáculo importante. Para el 2023 se baraja la chance de que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner vuelva a ser candidata al Senado por la provincia. Si eso ocurre, tanto Nación como los bonaerenses la necesitarán en la boleta para traccionar votos. Allí entraría en juego otro capítulo de la interna abierta de la expresidenta con el mandatario actual, Alberto Fernández. En cualquier caso, hoy suena improbable esa división. Pero en el peronismo, todo puede suceder.
De la vereda de enfrente, parece estar bastante alineada la tropa, aunque hay matices a tener en cuenta. “Es prematuro encolumnar al partido , pero hay que considerar la posibilidad”, señala un legislador y referente radical del interior de la provincia a este medio. Los correligionarios son fuertes en los municipios y confían en el empuje que les pueda dar Facundo Manes o Gerardo Morales en la nacional y allí tirar del carro bonaerense. Si se dividen, mejoraría la performance en las puntas tal vez, pero se cae la del medio.
Por supuesto, Juntos se vería beneficiado pero en especial el PRO, que en una eventual elección nacional con la presencia de Javier Milei repartiendo la torta de sufragios, los amarillos podrían contener esos votos en la provincia si a la postre se vota por separado. Lanzados con varios precandidatos con Diego Santilli a la cabeza pero con Cristian Ritondo y los intendentes (Néstor Grindetti, Diego Valenzuela y Javier Iguacel) como opción, el partido de origen porteño no tiene en agenda este tema pero avalaría el cambio.
En cualquier caso, la decisión final de avanzar o no recae en el gobernador, que es quien tiene la potestad de fijar la fecha de elecciones. Sin un mensaje de Kicillof hacia sus legisladores, el proyecto no verá luz verde. Por el momento, no hay indicios de que vaya a darse el debate en el corto plazo, aunque de un lado y del otro de la grieta coinciden en que es una discusión postergada, en ese arduo camino de construir un sentir bonaerense que siempre queda desdibujado por la impronta nacional.