La Cámara de Diputados aprobó con lo justo una ley que declara área protegida la zona de la plataforma continental en la que se hundió el submarino Ara San Juan, presentada por Graciela Camaño y resistida por Juntos por el Cambio a partir de una presión de Elisa Carrió, que la considera un traje a medida para la pesca extranjera y hasta ilegal.
Camaño contó con el respaldo clave del Frente de Todos pero también de Margarita Stolbizer, quien arrastró a su bloque de 4 diputados enrolados en JxC y resultaron claves: la ley se aprobó con 127 a favor, 2 en contra y 1 abstención.
Por si faltaba un elemento de tensión a un debate que dejó a varios diputados sin entender el motivo de la resistencia, el PRO, la UCR y la Coalición Cívica se pararon de sus bancas y casi dejan la sesión sin quórum. Si no había 129 que votaran, el resultado era nulo.
La aprobación fue una casualidad, porque hubo 8 ausentes del Frente de Todos, que subestimó el boicot de JxC y puso la ley en tratamiento igual, en una sesión reservada para temas de consenso.
Compensó con los 4 de izquierda y la complicidad, tal vez por inocencia, de la liberal Victoria Villarruel, que votó en contra y habilitó el quórum. Posición similar tuvo el santacruceño Claudio Vidal, que suele ayudar al Gobierno.
Lo curioso es que en el PRO no hubo otro argumento para negarse a votar el proyecto que la falta de giro a la comisión de Intereses Marítimos, donde fue cajoneado el año pasado. Y muchos de sus referentes reconocían antes de la sesión que no entendían bien la polémica, pero terminaron parados y pidiendo cerrar el recinto.
Intereses Marítimos está presidida por Liliana Zuvic, de la Coalición Cívica, cercana a Carrio y la única opositora que justificó el rechazo a la ley por su contenido y no por su ruta legislativa. Se basó en cuestiones geopolíticas que incluyeron la disputa entre Estados Unidos y China y la pelea por la soberanía de Malvinas. Fueron refutadas por Camaño y ningún otro diputado de JxC las hizo propias.
"Decir inconsistencias no te hace un erudito: sino un necio", le dedicó Zuvic a la bonaerense, en un ida y vuelta que se esperaba hace tiempo, porque ya habían discutido por cartas y cuestiones de privilegio, pero nunca cara a cara.
El tema costó ser comprendido por buena parte de los diputados y mucho más el vehemente rechazo de los lilitos, que incluyó pedidos de informes a ministros y una reunión de comisión especial convocada por Zuvic con especialistas que cuestionaron el proyecto. Todas reacciones inusuales.
Lo que se propone es declarar área protegida los 164 mil kilómetros cuadrados de la plataforma continental argentina en que se hundió el submarino Ara San Juan y yacen los restos de la tripulación.
Se la denominada "Agujero Azul" y se plantea la protección de la biodiversidad marina, la investigación científica y la defensa de la fauna marina, una condición creada por ley en 2014 y que sólo tiene el 8,2% de los espacios marinos argentinos.
La primera polémica es por la ubicación, porque la zona no está dentro de las 200 millas de la zona económica exclusiva sino en las 350 de la plataforma continental.
Pero Camaño recuerda en su proyecto que estas columnas de aguas fueron reconocidas como propiedad argentina por una reciente resolución de la comisión de límites de la ONU, avalada con una ley sancionada en 2020. Se trata de una zona de gran biodiversidad y presencia de cañones submarinos, que transfieren sedimentos y materia orgánica.
"Hace más de 15 años los tribunales internacionales vienen repitiendo que hay una sola plataforma continental y el Estado ribereño tiene derecho de soberanía en la explotación, la exploración y la conservación de los recursos", explicó.
"En la plataforma extendida argentina tenemos tres posibilidades sobre el fondo de mar: otorgamos permiso de pesca de arrastre, otorgamos permiso para exploración y explotación hidrocarburífera y minera, o la protegemos creando una zona bentónica".
"Nosotros elegimos la protección por la presencia del ARA San Juan y sus 44 tripulantes, que en el triste episodio del 15 de noviembre de 2017 quedaron en nuestro mar patagónico en eterno patrullaje de nuestra soberanía. Y por la conveniencia de la protección de la biodiversidad de nuestros mares".
Camaño reconoció que en la zona "ocurre la pesca legal y la ilegal, no declarada ni registrada que mueve tanto dinero como el narcotráfico en el mundo". Y contó que para evitar represalias legales, se mantendrán los 19 bloques de exploración hidrocarburífera licitados por el gobierno anterior, como las zonas pesqueras.
Zuvic salió al cruce. "Es un proyecto incoherente, ineficiente y contraproducente. Toda la columna de agua que cubre la superficie del área marina protegida propuesta es altamar, entonces rigen allí las seis libertades consagradas por la Convención del mar (Convear), entre ellas la libertad de navegación y pesca", acusó.
Consideró que se violan los tratados de medio ambiente y se beneficia al lobby petrolero por mantener las concesiones vigentes, entre ellas el British Petroleum. Entiende que al declarar la zona área protegida, el que queda con la concesión de pesca es quien gana. "Esto es básico".
Denunció intereses de ONGs y un beneficio indirecto a la pesca ilegal de los buques chinos. Y alertó que el Reino Unido podría salir bien parado en la disputa con Malvinas por aplicar una "teoría espejo" que permite replicar una conducta parecida del país demandante.
Camaño no salía de su asombro. "Es increíble la enorme cantidad de información desacertada. Es de difícil rebatimiento. No entiende porqué habla de altamar".
"Altamar" es la zona que no tiene jurisdicción y, según el proyecto de Camaño, el agujero azul no es tal porque la Convear la tomó como parte de la plataforma continental argentina. Zuvic no lo cree así.
"No entiendo porqué dice que esta ley es para los argentinos. Portugal tiene 250 mil kilómetros de área marina", comparó Camaño. "Y si es tan grave las 19 concesiones petroleras las otorgó Macri. ¿Vamos a meter en el área las concesiones? ¿Cómo si el dinero fuera nuestro?. Y los que hablan de la teoría del espejo les recuerdo que Gran Bretaña prohibió la pesca e hizo ensayas mirísticas", rebatió.
Carolina Yutrovich y Marcela Passo defendieron el proyecto por el oficialismo. "No solamente la creación de esta área protegida no generaría conflictividades y problemas, sino que además podría mejorar la situación en la Zona Económicamente Protegida", sostuvo Passo.
La izquierda supo que era clave y salió a jugar. "Quieren que vuelva a comisión porque quieren que pase lo mismo que pasó con la ley de humedales, que a pesar de que tenía dictamen de una comisión y nunca se trata", se quejó Alejandro Vilca.
La moción para suspender la sesión y que le proyecto vuelva a Comisión la hizo el lilito Juan López, fue rechaza, pero Juntos no se rendía. "Quiero que lea el reglamento. Sino mande todos los proyectos a la comisión de Legislación General, para que se aprueben sus leyes", atacó Cristian Ritondo.
Silvia Lospennato pidió una cuestión de privilegio contra Massa y llamó a los suyos a levantarse. Si la sesión se caía, como estuvo por ocurrir, no se podrían haber tratado las leyes consensuadas como la de resistencia microbiana o la de cuidados paliativos. El debate lo valía. Aunque no muchos entendieron porqué. Fuente: lapoliticaonline.com