El gobierno bonaerense, liderado por Axel Kicillof, debe definir si adoptará el nuevo sistema de boleta única de papel (BUP) a nivel provincial en 2025. La posibilidad de implementar la BUP genera opiniones divididas, ya que podría implicar un cambio relevante en el método de votación.
Desdoblar las elecciones representa un gasto adicional significativo para la Provincia, superando los 100 mil millones de pesos. Sin embargo, esta opción también podría evitar la complejidad de organizar elecciones concurrentes, una medida que ha demostrado generar caos en votaciones recientes.
Dentro de Unión por la Patria (UxP), las posiciones no son uniformes. Mientras Kicillof y algunos intendentes ven viable mantener el sistema tradicional, figuras como Ariel Sujarchuk apoyan la BUP para fortalecer la identidad política bonaerense. La decisión podría impactar en futuras alianzas políticas y en la estructura de poder provincial.
Kicillof utiliza la posibilidad de desdoblar los comicios como herramienta de negociación dentro del partido. Esta maniobra podría no solo fortalecer su posición rumbo a 2027, sino también influir en el armado de listas, en un contexto en el que el kirchnerismo busca retener fuerza en el Congreso.
La boleta única de papel ha suscitado interés tanto en el oficialismo como en sectores opositores. El apoyo de líderes vecinalistas como María Fernanda Bevilacqua refuerza la intención de instalar el tema en la agenda legislativa, aunque aún no se han logrado acuerdos amplios.
Kicillof tiene en sus manos una decisión clave que definirá el sistema electoral bonaerense en un contexto de complejas negociaciones. La adopción de la BUP o el mantenimiento del sistema tradicional será fundamental para el futuro político del oficialismo en Buenos Aires.
