Guillermo Francos habría amenazado con presentar su renuncia después de una intensa disputa con Santiago Caputo, asesor de Javier Milei. La creciente incomodidad que genera Caputo entre los ministros llevó a Patricia Bullrich a compararlo con Antonito de la Rúa.
El periodista Eduardo Feinmann informó que la internación de Francos el domingo se produjo tras un cuadro de estrés, causado por una fuerte discusión con Caputo sobre la Ley de Acceso a la Información Pública. Durante la pelea, Caputo desautorizó públicamente a Francos, quien había prometido modificaciones a la ley a la oposición en su visita a la Cámara de Diputados, pero Caputo rechazó esos cambios.
Manuel Adorni, enviado por Caputo, contradijo a Francos al desmentir cualquier ajuste en la ley. Esto generó una "charla muy complicada" entre Francos, Adorni y Caputo. Según Feinmann, Francos habría afirmado que su función como jefe de Gabinete era más relevante que la de Caputo, sugiriendo su intención de dimitir si Caputo seguía teniendo influencia.
El malestar de Francos se evidenció en una entrevista con La Nación +, donde subrayó su rol constitucional frente al de Caputo, quien no ocupa un cargo formal y es monotributista. Francos defendió su posición al mencionar que su rol está establecido en el artículo 101 de la Constitución Nacional, mientras que Caputo, como asesor del Presidente, no tiene el mismo rango institucional.
La pelea y la posterior internación de Francos ocurren en un momento crítico para el Gobierno de Milei, que enfrenta potenciales rechazos en el Congreso a temas cruciales como los fondos universitarios, el DNU sobre fondos de la SIDE y el veto a la reforma jubilatoria. La falta de interlocutor con el Congreso podría complicar aún más la situación gubernamental.
La incomodidad en el Gobierno por el papel de Caputo también ha generado una defensa inesperada por parte de Patricia Bullrich, quien lo comparó con el "monje negro" del gobierno, mencionando a Antonito de la Rúa como una referencia negativa. Bullrich también justificó la figura de Caputo, a pesar de su falta de obligaciones legales, señalando su estilo particular de contratación.
Además, Bullrich tuvo un enfrentamiento con Caputo respecto a la Comisión Bicameral de Inteligencia del Congreso, donde apoyó la candidatura del senador del PRO Martín Goerling, mientras que Caputo promovió al peronista Eduardo Kueider. Esta disputa permitió al kirchnerismo llegar a un acuerdo con Martín Lousteau para controlar la comisión.