El grupo libanés Hezbolá convocó a que el miércoles sea un "día de ira" para condenar el bombardeo de un hospital en la Franja de Gaza que dejó centenares de muertos y del que acusa a Israel. Hezbolá, aliado de Hamás, denunció una "masacre" y un "crimen brutal" y responsabilizó a Estados Unidos por el ataque.
El bombardeo sobre un hospital en el centro de Gaza causó al menos 500 muertos, mientras siguen los ataques aéreos sobre la Franja y muchos civiles se refugian en los centros sanitarios para protegerse de las bombas.
Las autoridades palestinas culparon a Israel, mientras que las autoridades israelíes negaron su participación en el ataque, que se produjo durante la intensa ofensiva de Israel contra el enclave.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, canceló rápidamente una reunión con Biden después del ataque y los líderes internacionales condenaron el bombardeo.
La OMS declaró que el ataque contra el hospital fue "de una magnitud sin precedentes" y condenó la explosión. El ataque fue el incidente individual más sangriento en Gaza desde que Israel lanzó su campaña de bombardeos en respuesta a un asalto de Hamás en octubre.
Ahmed Al-Mandhari, Director Regional de la OMS, afirmó que había pacientes, trabajadores sanitarios y desplazados internos en el hospital cuando fue atacado. La orden de evacuación por parte del ejército israelí fue imposible de llevar a cabo debido a la inseguridad y la falta de recursos en el sistema de salud.