Por séptimo año consecutivo, Finlandia se alza como el país más feliz del mundo, según el Informe Mundial de la Felicidad 2024. Sin embargo, este año el estudio ofrece una mirada más profunda que revela tendencias preocupantes en América Latina y desafíos en Estados Unidos.
El informe, desarrollado en colaboración con diversas organizaciones internacionales, desglosa por primera vez los datos por grupo de edad, arrojando luz sobre una brecha sorprendente en la felicidad a nivel mundial. Países como Lituania y Dinamarca destacan como los más felices para diferentes grupos etarios, resaltando la variación considerable en la satisfacción vital entre jóvenes y ancianos en todo el mundo.
En cuanto a América Latina, ninguna nación logró posicionarse entre las primeras del ranking. Costa Rica lidera la región en el puesto 12, seguido de México en el 25, Uruguay, El Salvador y Chile. Por otro lado, Venezuela, sumida en una severa crisis, ocupa el escalón 79.
Para Estados Unidos, las noticias son desalentadoras, ya que cayó al puesto 23 y no logró clasificarse entre las 20 naciones más felices del mundo por primera vez. Se destaca la disminución de la satisfacción con la vida entre los estadounidenses menores de 30 años, mientras que los mayores de 60 se encuentran entre los 10 primeros a nivel mundial.
El informe también revela un aumento de la desigualdad en la felicidad a nivel global, especialmente en África subsahariana. Este fenómeno tiene implicaciones graves, ya que afecta la felicidad general de una nación más que la desigualdad de ingresos.
Más allá del ranking, el informe subraya la importancia de profundizar en las tendencias subyacentes y seguir preguntando a las personas cómo se sienten. Comprender las razones detrás de las respuestas es crucial para abordar los desafíos y promover el bienestar global en un mundo cada vez más complejo y diverso.
