Las tensiones en Kosovo alcanzaron su punto máximo en el Parlamento después de un acalorado debate público de tres días sobre una grabación de audio que involucraba a la presidenta del partido gobernante y un representante serbio del norte del país.
Durante la sesión parlamentaria, un diputado de la oposición arrojó agua al primer ministro Albin Kurti y al vice primer ministro Besnik Bislimi, desencadenando una pelea generalizada en la sala. La situación se volvió caótica cuando legisladores de ambos bandos se enfrentaron, hasta que la policía finalmente intervino.
Las tensiones entre la oposición y el gobierno se han agravado en los últimos tiempos, especialmente en el norte de Kosovo, donde los alcaldes de etnia albanesa han asumido el poder tras las elecciones de abril. La población serbia, que boicoteó las elecciones en protesta por la falta de autonomía, representa una mayoría en varios municipios del norte. Estas disputas han afectado las relaciones de Kosovo con Estados Unidos y la Unión Europea, aliados históricos del país.
El incidente en el Parlamento ocurrió después de que el medio de comunicación online Nacionale publicara un video de una conversación de audio entre la presidenta del partido de Kurti y un legislador serbio. En el audio filtrado, se escucha a la presidenta mencionar a un oficial serbio sancionado por el Gobierno de Estados Unidos por delincuencia organizada y actividades corruptas.
Los opositores critican al primer ministro Kurti por generar tensiones con la comunidad serbia y por no coordinarse adecuadamente con potencias occidentales, como Estados Unidos y la Unión Europea.
La Unión Europea ha congelado algunos fondos a Kosovo debido a la reticencia de Kurti a cumplir con las exigencias de reducir las tensiones en el norte del país. La situación actual refleja la complejidad política y étnica de Kosovo, así como los desafíos que enfrenta para lograr una estabilidad duradera y una relación constructiva con sus aliados occidentales.