La pandemia generó un proceso de cambio en las condiciones de comercio global pero además la guerra generó un cambio de precios relativos que está influyendo en la economía global.
Cuando vemos los niveles de ingreso, de pobreza, la caída del nivel de ingreso en la Argentina en los últimos seis años, tenemos que poner también en nuestra agenda una mejora en la distribución del ingreso y claramente políticas más fuertes y más firmes en la lucha contra la pobreza y la indigencia.
Muchas gracias @S_Segal y al equipo de @ASCOA, Americas Society/Council of the Americas, por invitarme a participar, junto a importantes actores de la sociedad, la política y la economía, de la Conferencia de Ciudades Latinoamericanas 2022. pic.twitter.com/C5Fuw2PqtM
— Sergio Massa (@SergioMassa) August 18, 2022
Los dos grandes motores para destruir la pobreza son el trabajo y la educación. El resto son medidas que va tomando el Estado a los efectos de garantizar una cobertura, una protección.
Nuestra responsabilidad como Gobierno, como hombres de Estado, es la de garantizar la paz social y el orden macroeconómico. Sin estabilidad macroeconómica no hay paz social, pero sin paz social tampoco hay estabilidad macroeconómica.
Es clave que entendamos que el trabajo de construcción de estabilidad macroeconómica con paz social es un trabajo conjunto entre el Estado, los gobernantes, pero también los actores económicos y sociales de la Argentina.
Es vital un Estado ordenado, planificando su gasto y cumpliendo sus metas a los efectos de garantizar el normal funcionamiento de una sociedad.
En materia de orden fiscal quisimos dejar claramente una primera señal en el momento que decidimos suspender los adelantos transitorios como mecanismo de financiamiento del Estado y además empezar a recorrer los mecanismos de devolución de esos adelantos.
Limitamos el crédito presupuestario de cada una de las jurisdicciones al cumplimiento del DNU que estableció metas después del rechazo que tuvimos del Proyecto de Presupuesto.
Hemos planteado un congelamiento de la planta al sector público centralizado y como conocerán en las próximas horas, por decisión administrativa, a cada una de las empresas del Estado.
El desafío de pedir que hagamos un esfuerzo en conjunto entre el sector público y privado tiene que venir apalancado en que el primer esfuerzo lo hacemos desde el Estado y además los funcionarios públicos predican con el ejemplo.
Gracias a un enorme acompañamiento de los distintos inversores institucionales pudimos llevar adelante un canje de la deuda en pesos para aplanar la curva de vencimientos, hacerla mucho más sustentable, que le da mucha más previsibilidad desde el punto de vista de las obligaciones de pagos de intereses y de capital al Estado Nacional, extendiendo la curva por un año y permitiendo ordenar las obligaciones de pago para los próximos meses.
Hemos avanzado en un proceso que cambia el régimen de distribución de subsidios. Se producía la injusticia de que quien más consumía, más subsidio recibía. Esto atentaba contra el cuidado, el ahorro, de recursos energéticos que tenemos que hacer en este contexto global de guerra, de precios absolutamente disparados.
Avanzamos con el decreto que promueve la exportación sin interrupciones. Además, avanzamos con el Plan Fénix en la Cuenca Austral. Avanzamos además con una mesa que nos va a permitir encarar el segundo tramo del gasoducto con apoyo y aporte del sector privado.
Avanzamos en la construcción del diseño del Plan Gas 5 que nos va a permitir garantizar los volúmenes de producción que necesitamos para los próximos años y además le da certidumbre a un sector que es absolutamente generador de divisas desde la inversión.
Dimos la oportunidad de que por el incremental de producción y exportaciones tengan libre disponibilidad de divisas por el 20%, que era uno de los temas que aparecía como restricción a la hora de analizar o evaluar inversiones en la Argentina.
Con la redefinición del programa de importaciones pudimos bajar las obligaciones de importación de energía que teníamos para agosto, superando esa restricción que representa y representó por el costo de la guerra a lo largo de este año la importación de energía.
¿Por qué usamos las reservas para pagar esas importaciones de energía? Porque la elección era simple: o pagábamos la producción o disminuíamos el consumo de gas en las casas, o afrontábamos la decisión de sostener los niveles de producción y de crecimiento sin cortar el abastecimiento a los sectores industriales y domiciliarios. El Estado tenía que afrontar esa situación para proteger a la actividad económica y a nuestros hogares.
En materia de importaciones tenemos sectores de la economía que necesitan previsibilidad para seguir produciendo. Y también tenemos sectores de la economía que sobre el principio de competitividad cambiaria para el crecimiento que planteó el gobierno en la salida de la pandemia, se abusaron.
Vamos a pelear para darles todos los dólares que necesiten a quienes producen, quienes cuidan la salud, quienes necesitan importar servicios o tecnología para garantizar el crecimiento y el desarrollo de la Argentina, y también vamos a tener un mecanismo de dureza con aquellos que quisieron hacer la típica avivada de ver cómo afanaban reservas al Banco Central.
Las situaciones de sobrefacturación de importaciones y triangulación son todas situaciones que vamos a denunciar por lavado de dinero en los Estados Unidos.
Hemos cambiado el mecanismo de SIMIS. Desde que se aprueba va a tener fecha cierta de pago y trazabilidad: Aduana, Banco Central, Secretaría de Industria y de Comercio. Lo vamos a hacer dialogando con los sectores para que prioricemos y sean máquinas, insumos, medicamentos y bienes y servicios que tengan que ver con nuestro crecimiento y consumo.
Estamos mañana firmando un contrato con la CAF.
Mañana también estamos avanzando en un acuerdo de financiamiento para un programa que llevan adelante las provincias de Córdoba y Santa Fe con Kuwait.
Estamos negociando tres mecanismos REPO de financiamiento con un banco de Asia, uno europeo y uno americano. Los tres hicieron ofertas. Estamos planteando que unifiquen las ofertas para recompra de deuda y fortalecimiento de reservas.
Estamos buscando un acuerdo de trabajo técnico con la Mesa de Enlace para avanzar en un mecanismo más rápido de liquidación que nos permita a nosotros aprovechar al máximo como Estado Nación la potencia y la generación de riqueza que tiene el sector agroindustrial argentino que es fabuloso.
El lunes vamos a estar poniendo en marcha un régimen que promueve desde la libre disponibilidad de dólares y beneficios impositivos la posibilidad de aumentar la inversión privada en materia de construcción.
El régimen de promoción de premios tal como está planteado en el sector hidrocarburífero va a depender de los niveles de valor agregado que tengamos en materia minera.
En los próximos días vamos a tener el lanzamiento oficial de dos líneas de crédito: una para aumento de capacidad instalada y bienes de capital y otra vinculada a la primera exportación PYME.
Estamos publicando mañana un decreto que nos permite transformar los programas sociales en planes de empleo. Habilita a quien hoy es beneficiario de un programa social acceder al mercado de trabajo, el empleador tiene bonificados los aportes y contribuciones (sólo paga obra social y ART y sindicato), y el Estado sigue pagando durante un año la base del programa y el empleador completa el salario de convenio. Aspiramos que el año que viene podamos incorporar a beneficiaros de programas sociales al mercado de trabajo.
Hasta marzo o abril no empieza la temporada electoral. Sería bueno aprovechar para encontrar acuerdos o consensos básicos para el desarrollo de la Argentina. El Presidente va a convocar a un acuerdo económico y social que va a sentar en la mesa a empresarios y trabajadores con el Estado para plantearnos objetivos de corto, mediano y largo plazo.
No tenemos que tener ni miedo ni vergüenza de sentarnos en una mesa a buscar acuerdos por más que seamos parte de fuerzas políticas distintas. Por más que aparezcan aquellos que viven de la Argentina dividida señalando con el dedo porque en definitiva lo que está en juego es el futuro de la Argentina. Ustedes, en su gran mayoría actores económicos y sociales, tienen la obligación de exigirnos a nosotros tender la mesa y ser generosos, pero también tienen la obligación de exigirle a la oposición tener una actitud madura y responsable
