Nadie escuchó el árbol que cayó en el bosque: en la oposición apuran candidaturas tras el atentado que lo cambió todo

18-09-2022 - Por Visión Política

Si un árbol cae en un bosque desierto, nadie lo oye. Por lo tanto, ¿no cayó ningún árbol? Es esa una reflexión que se desprende del Tratado sobre los Principios del Conocimiento Humano del obispo Berkeley.

 

En el plano sociopolítico, es una buena idea para pensar la génesis de las revoluciones o las rebeliones. A veces, hay movimientos sociales y políticos que se inician con pequeñas chispas. Gritan, se sacuden y hacen ruido pero, al principio parece que nadie los escucha. Cuando empieza a caminar, toda revolución es un grito en el desierto.


El neonazi Javier Milei era un grito sordo hasta no hace tanto. Su look extravagante y el énfasis desmesurado para argumentar sus ideas resultaban hilarantes en los sets televisivos, pero terminó comiendo en el balcón de los halcones de Juntos por el Cambio.

 

La última elección en la que Argentina enfrentó un esquema de tres tercios, fue en las generales del 2015. Daniel Scioli y Mauricio Macri encabezaron el escrutinio y lo definieron en un balotaje. El tercero en esa contienda fue Sergio Massa, que superó el 20% de los votos. Sin embargo, tanto el candidato del Frente Para la Victoria como el de Cambiemos superaron el 30%. La situación que se presenta hoy es muy distinta.

 

La interna de JxC 

El principal espacio opositor sobrevive con discusiones internas muy ásperas. A eso se sumó el fenómeno Milei, que interpela y desafía la unidad. Aunque en JxC lo nieguen, las rispideces son prístinas tanto dentro de cada partido de la coalición como en general sobre la posibilidad de sumar o excluir al economista libertario. 


El PRO tiene una disputa de caciques que compiten para posicionarse como presidenciables. Esa tensión divide al espacio entre halcones y palomas. Los primeros son el ala más dura y taxativa. Es el sector dispuesto a negociar un acercamiento con Milei, con Bullrich a la cabeza. En el otro polo se encuentra Rodríguez Larreta, que insiste en forjar una coalición amplia de centro derecha.

El pragmatismo del jefe de Gobierno inquieta  a Bullrich y sus acólitos. Sobrevolando ese clivaje está el propio Macri, aunque quienes lo conocen no niegan que su simpatía ideológica está mejor representada en el sector de los halcones.

 

Si bien en el PRO hablan de horizontalidad en la toma de decisiones, Macri es un actor determinante. Su decisión de competir o no por un segundo tiempo, que se espera que será a principios de 2023, ordenará al partido amarillo. 

 

El radicalismo vive una renovación de autoridades y dirigentes, que se preparan para disputar al PRO el liderazgo de JxC. Sin embargo, no están exentos de matices.


Hay un ala que apunta a llegar a 2023 con candidatos propios, mientras los referentes de esa idea son Gerardo Morales, Manes, Lousteau y Mario Negri. 

 

Algo que une a todos los dirigentes de la UCR es el rechazo a Milei. La distancia ideológica entre el radicalismo y los neonazis de “La Libertad Avanza” son abismales. 

 

Lo mismo sucede en la Coalición Cívica, es decir, con Carrió. Lilita deplora al economista libertario y pretende dar la batalla cultural. Pero hay algo que une a la UCR y a Carrió en este eje que va más allá de lo dogmático: sumar a Milei a JxC es ceder lugares en la representación política y en un eventual gobierno. Ese es el gran óbice.

 


 

En la UCR y en la CC saben que un acuerdo con el libertarismo les resta bancas en el Congreso, en las legislaturas y en los espacios decisionales. Es una discusión concretamente por fracciones de poder. La oposición está en llamas, inmersa en estas discusiones, todo lo cual es lo mejor que le puede pasar al oficialismo. 

 

El atentado que lo cambió todo

 

Mientras las turbulencias se acumulan en la oposición, Dios y la Virgen quisieron que en la argentina no corra sangre por las calles. Nadie podría decir en qué contexto nos encontraríamos si la bala que nunca fue disparada hubiera tenido el destino del magnicidio contra CFK.


Un atentado que terminó por galvanizar al peronismo y puso a CFK en el centro de todas las roscas, con un Massa expectante mientras acumula reservas pero observa con los dos ojos como los precios siguen corriendo más de lo que deberían.

 

La decisión de la mayoría de los gobernadores peronistas de obturar las PASO solo contribuye a que en Juntos por el Cambio se lanzan en carrera Larreta, Bullrich, Manes, Morales, Macri, y la lista continúa...

 

Hoy el FDT esta tomando el té, mirando el incendio que se trasladó de su campamento al de enfrente, pero sentados sobre un barril de pólvora que se llama poder adquisitivo, que de seguir en caída, puede terminar estallándoles en la cara.