

La tormenta de lluvias intensas que afecta a todo el norte de PBA inundó a una enorme cantidad de viviendas en unos 40 municipios, incluídos varios del Conurbano, generando cientos de miles de afectados (no hay cifras oficiales aún), con situaciones catastróficas en zonas como Arrecifes, Pergamino, Zárate y Campana.
Autopistas como la Panamericana, rutas claves y transitadísimas como las 6, 7, 8 y 9, todo en el norte del Conurbano, ofrecen imágenes típicas de películas apocalípticas como “El día después de mañana”, con miles de autos, camionetas, camiones y micros llenos de pasajeros, varados en muchos casos con agua en su interior desde anoche.
Sin embargo, las autoridades nacionales, encabezadas por el Presidente de la Nación, Javier Milei, siguen durmiendo el sueño de los idiotas. La insensibilidad manifiesta del jefe de Estado y sus funcionarios es alarmante. Más de 24 horas de tragedia y no salen a poner la cara para llevar algo de tranquilidad a la población duramente afectada.
Nadie discute la excepcionalidad del fenómeno climático. Tampoco se pretende que Javier Milei aparezca en un vote rescatando inundados sobre los techos en Zárate. Lo que se le pide es que se muestre al comando de un operativo federal de gran magnitud, enterado de lo que está pasando y comprometido en salvar las vidas de inundados, mascotas y rescatistas.
Pero nada de eso ocurre. La crueldad con la que gobierna Javier Milei desde el 10 de diciembre de 2023, queda bien expuesta en esta catástrofe. Todos los medios de comunicación transmitiendo en cadena la peor inundación de la historia argentina por extensión territorial, cantidad de personas afectadas y consecuencias, no parece hacerle mella. Sigue escuchando ópera en Olivos.