

Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro y hasta ahora aliado del Gobierno nacional, lanzó duras críticas contra la gestión de Javier Milei y se sumó a la lista de mandatarios provinciales que expresan su malestar por la falta de respuestas a los reclamos del interior.
“El Gobierno nacional no entiende, no conoce y ni se preocupa por los temas que vivimos en el interior del país”, afirmó Weretilneck, quien calificó el momento actual como “el peor vínculo” entre Nación y las provincias.
El enojo del gobernador rionegrino se centra en la paralización de las obras viales nacionales, especialmente las rutas 22 y 151, y anunció que analiza iniciar acciones legales junto a intendentes de su provincia para exigir la reactivación de los trabajos: “No hacen mantenimiento, no resuelven contratos incumplidos, no avanzan con los proyectos ejecutivos. Necesitamos definiciones”, sostuvo en declaraciones al diario Río Negro.
No es la primera vez que Weretilneck recurre a la vía judicial. Recordó que ya presentó un reclamo por la falta de obras en la Ruta 40, entre Bariloche y El Bolsón, y que gracias a esa presión Vialidad Nacional se comprometió a reanudar los trabajos.
Además, advirtió que la situación afecta no solo a la infraestructura vial sino también a la equidad fiscal. Varios gobernadores vienen reclamando que el gobierno central retiene los fondos del impuesto al combustible, que deberían destinarse al mantenimiento de rutas según la normativa vigente.
En ese sentido, algunas provincias comenzaron a plantear la transferencia de rutas nacionales a sus jurisdicciones, aunque Nación se resiste a acompañar la cesión con los recursos correspondientes. Mendoza, por ejemplo, aceptó asumir las obras con fondos propios, gracias a un fondo de reparación histórica de más de mil millones de dólares originalmente destinado a la represa de Portezuelo del Viento.
Con sus declaraciones, Weretilneck se suma al distanciamiento de otros mandatarios provinciales que también acompañaron inicialmente al gobierno libertario, como Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáenz (Salta), pero que hoy marcan diferencias crecientes ante la falta de federalismo en la gestión nacional.