

Cristina Fernández de Kirchner confirmó que será candidata a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral, que abarca al populoso Conurbano Sur, en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre. Lo hizo en un acto donde buscó traccionar la unidad del peronismo ante un escenario electoral desafiante.
“¿Alguien concibe que si al peronismo no le va bien en septiembre, en su bastión, nos puede ir bien en octubre?”, se preguntó, señalando la importancia estratégica de esa elección legislativa, desdoblada de la nacional. Su candidatura, anticipada por LPO en marzo, busca evitar una doble derrota que preocupa al peronismo tras el avance libertario en la Ciudad.
La expresidenta insistió en que el peronismo debe priorizar la unidad: “En 2019 convoqué a los que me habían puteado durante mucho tiempo y construimos una lista de unidad. Eso nos sirvió para ganar en primera vuelta y en la provincia”. Aquel armado, recordó, permitió la llegada de Axel Kicillof a la gobernación.
Sin nombrarlo directamente, Cristina criticó la decisión del gobernador bonaerense de desdoblar las elecciones. “La estrategia del desdoblamiento no sería lo más aconsejable. La unidad no garantiza el triunfo, pero divididos es peor”, advirtió. “Yo fui ocho años presidenta. Si tomaba una decisión basada en supuestos que después no se cumplían, la revisaba”, deslizó, en un mensaje claro hacia el mandatario provincial.
Además, comparó con el caso del exgobernador chaqueño Jorge Capitanich, quien fue candidato a intendente para sostener al peronismo en su distrito. “Hay que dejar de lado las mezquindades y el ego. Hay que ser oportunos. Pienso la política de ese modo”, explicó.
Cristina también recordó que, en 2023, su propuesta inicial era Wado de Pedro como candidato presidencial, pero terminó acordando con Sergio Massa. “Massa, Wado, Axel y Máximo fueron a mi despacho. Ahí decidimos esa unidad. Y yo exigí que haya PASO”, relató. “Si miento, que alguno lo desmienta”, desafió mirando a cámara.
La exmandataria también cargó con fuerza contra Javier Milei. “Es un marginal que se ocupa de los ricos”, disparó. Atribuyó su apoyo social a la ilusión del dólar barato: “Esto ya lo vivimos en la dictadura, el menemismo y la Alianza. ¿Esto puede durar? No”.
Cristina calificó al gobierno como “una derecha antiestado, cruel y esotérica”, y comparó su política económica con la de la dictadura militar: “Este modelo de dólar barato y cepo al salario es una copia de la tablita de Martínez de Hoz. Pero en ese tiempo no había sindicatos ni partidos. Y terminó en una guerra”, advirtió.
También criticó los recortes en sectores sensibles como la salud: “Ajustan en áreas que funcionan, como el Garrahan. ¿Qué clase de modelo es ese?”, cuestionó.