El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), pilar del desarrollo científico y tecnológico del agro argentino, enfrenta una de las crisis más profundas de su historia.

El gobierno nacional, en su afán por reducir el gasto público, ha implementado un plan de ajuste que incluye despidos masivos, cierre de agencias y venta de activos, generando una fuerte reacción por parte de los trabajadores y la comunidad científica.

Despidos y recortes: el impacto en el personal

Desde fines de 2024, el INTA ha sido objeto de un proceso de reducción de personal que busca eliminar aproximadamente 1.500 puestos de trabajo, lo que representa cerca del 30% de su planta. Este ajuste se ha llevado a cabo mediante retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y no renovación de contratos.

Sin embargo, la cifra alcanzada hasta el momento ronda los 600 empleados, lo que ha generado preocupación por la posibilidad de despidos forzosos en el corto plazo.

Además, se ha anunciado la eliminación de todas las becas de investigación y formación, afectando directamente a jóvenes científicos y técnicos que se estaban formando en el organismo. Esta medida pone en riesgo la continuidad de numerosos proyectos y la renovación generacional del INTA.

Cierre de agencias y venta de activos

El plan de ajuste también contempla el cierre de las Agencias de Extensión Rural (AER) y los Institutos de la Agricultura Familiar (IPAF) en todo el país, lo que implica una pérdida significativa de presencia territorial y de servicios para los productores agropecuarios.

Asimismo, se ha denunciado la venta de inmuebles y tierras pertenecientes al INTA, como el edificio de la calle Cerviño en la Ciudad de Buenos Aires y 40 hectáreas en Cerrillos, Salta. 

Movilización y resistencia de los trabajadores

Ante este escenario, los trabajadores del INTA, nucleados en ATE y APINTA, han llevado a cabo diversas movilizaciones y asambleas para expresar su rechazo al ajuste y defender la continuidad del organismo.

El 28 de noviembre de 2024, se realizó una protesta frente a la sede central del INTA en Buenos Aires, coincidiendo con una reunión del Consejo Directivo Nacional. Los gremios denuncian una "intervención encubierta" por parte del gobierno y advierten sobre el riesgo de "desguace" del instituto.

Mariana Conte, secretaria general de ATE INTA Castelar, afirmó que el organismo atraviesa "uno de los desguaces más importantes que se han dado desde 2002", y destacó la importancia de las becas para la formación de nuevos profesionales. 

El futuro del INTA y la soberanía alimentaria

El INTA ha sido históricamente un actor clave en el desarrollo de tecnologías y conocimientos para el sector agropecuario argentino. Su debilitamiento podría tener consecuencias negativas para la productividad, la sostenibilidad y la soberanía alimentaria del país.

Los trabajadores y la comunidad científica exigen al gobierno que revierta las medidas de ajuste y garantice la continuidad de las funciones esenciales del instituto.

En este contexto, la situación del INTA se ha convertido en un tema de preocupación no solo para el ámbito científico y técnico, sino también para la sociedad en su conjunto, que reconoce la importancia de contar con un organismo fuerte y comprometido con el desarrollo agropecuario nacional.

El diablo Sturzenegger

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), emblema de la investigación y el desarrollo agropecuario en Argentina, se encuentra en el centro de una polémica tras las declaraciones del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.

Más de 30 exinvestigadores del organismo han expresado su rechazo a las afirmaciones del funcionario, quien sugirió que el INTA "no produce resultados concretos" y que sus investigaciones "no llegan al productor".

Reacciones desde la comunidad científica

Los exinvestigadores calificaron las declaraciones de Sturzenegger como "falsas y malintencionadas", destacando que el INTA ha sido históricamente un referente en la generación de tecnologías y conocimientos aplicados al sector agropecuario.

En una carta abierta, señalaron que el organismo ha desarrollado variedades de cultivos adaptadas a diversas regiones, tecnologías de manejo sostenible y programas de extensión que han beneficiado a miles de productores en todo el país.

Plan de reestructuración y despidos

El gobierno nacional, en su objetivo de reducir el gasto público, ha implementado un plan de ajuste que incluye la reducción del personal del INTA en un 30%, lo que representa aproximadamente 1.500 puestos de trabajo.

Este proceso se ha llevado a cabo mediante retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y no renovación de contratos. Además, se ha anunciado la eliminación de todas las becas de investigación y formación, afectando directamente a jóvenes científicos y técnicos.

Cierre de agencias y venta de activos

El plan también contempla el cierre de 41 Agencias de Extensión Rural (AER) y la eliminación de la Estación Experimental Agropecuaria Área Metropolitana de Buenos Aires (EEA AMBA), reduciendo significativamente la presencia territorial del organismo.

Asimismo, se ha denunciado la venta de inmuebles y tierras pertenecientes al INTA, como el edificio de la calle Cerviño en la Ciudad de Buenos Aires y 40 hectáreas en Cerrillos, Salta.

Propuesta de fusión con otros organismos

Una de las iniciativas más controversiales es la propuesta de fusionar el INTA con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) para crear el Instituto Nacional de Convergencia Tecnológica y Desarrollo Estratégico (INCyDE).

Este nuevo organismo tendría como objetivo integrar capacidades tecnológicas, promover la sustentabilidad productiva y fomentar la vinculación público-privada.

Sin embargo, esta propuesta ha sido criticada por diversos sectores que consideran que podría diluir las funciones específicas de cada institución y afectar la calidad de las investigaciones.ruralprimicias.com.ar

Movilización y resistencia de los trabajadores

Ante este escenario, los trabajadores del INTA, nucleados en ATE y APINTA, han llevado a cabo diversas movilizaciones y asambleas para expresar su rechazo al ajuste y defender la continuidad del organismo.

El 28 de febrero de 2025, se realizó una protesta frente a la sede central del INTA en Buenos Aires, coincidiendo con una reunión del Consejo Directivo Nacional. Los gremios denuncian una "intervención encubierta" por parte del gobierno y advierten sobre el riesgo de "desguace" del instituto.

Impacto en la soberanía alimentaria y el desarrollo rural

El INTA ha sido históricamente un actor clave en el desarrollo de tecnologías y conocimientos para el sector agropecuario argentino. Su debilitamiento podría tener consecuencias negativas para la productividad, la sostenibilidad y la soberanía alimentaria del país.

Los trabajadores y la comunidad científica exigen al gobierno que revierta las medidas de ajuste y garantice la continuidad de las funciones esenciales del instituto.

En este contexto, la situación del INTA se ha convertido en un tema de preocupación no solo para el ámbito científico y técnico, sino también para la sociedad en su conjunto, que reconoce la importancia de contar con un organismo fuerte y comprometido con el desarrollo agropecuario nacional.