

El gobernador bonaerense Axel Kicillof salió al frente de manera contundente contra el recorte y reestructuración impulsado por el Gobierno nacional sobre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
El INTA: pilar estratégico en crisis
El INTA, con presencia histórica en cada rincón productivo de la Provincia de Buenos Aires, enfrenta recortes presupuestarios, despidos y el cierre de agencias de extensión. Desde febrero, sindicatos como APINTA y ATE denuncian la posible baja de 1.500 empleos y el cierre de decenas de Agencias de Extensión Rural, alertando sobre un ajuste que sería gestionado por la “motosierra” del oficialismo nacional.
Científicos de todo el mundo –desde Brasil hasta Suecia– expresaron su rechazo en una carta que advierte que el debilitamiento del INTA amenaza la continuidad de redes de cooperación internacional y avances en biotecnología y cambio climático.
Durante su discurso, Kicillof definió las acciones del gobierno nacional como “cientificidio” y “un crimen contra la producción”. Resaltó que el INTA ha sido el motor de mejoras genéticas, tecnología punta y desarrollo rural, componentes claves que, sin aporte público, ningún privado podría sostener.
Además, afirmó que muchas de las decisiones del federalismo nacional contradicen el modelo agroexportador “sin agro” que se pretende instalar: “Va a ser muy difícil tener actividad agropecuaria si no tenemos INTA”.
Kicillof anunció el respaldo de su gestión a trabajadores y profesionales del instituto, así como apoyo a los intendentes que defiendan la continuidad del INTA. Asimismo, aseguró que no permitirá que las motoserras nacionales “destruyan cosas que no tienen arreglo”.
Tensión federal: La confrontación entre Provincia y Nación no es solo ideológica; también se percibe en el recorte millonario de fondos coparticipables y el freno a obras públicas en la provincia. El ajuste al INTA puede ser interpretado como una represalia contra la postura de defensa de Kicillof frente al ajuste nacional .
Impacto territorial: Las Estaciones Experimentales del INTA brindan asistencia vital a productores pymes en áreas extensas. Su debilitamiento puede provocar fuga de talento científico, pérdida de recursos públicos y un impacto directo en la competitividad rural.
Agenda bonaerense vs. agenda nacional: La defensa de Kicillof por las cadenas productivas y científicas locales lo posiciona como la voz frontal del campo frente a las políticas de ajuste del presidente Milei. La grieta entre ambas administraciones ya no se limita al relato, sino que se traslada a los territorios.
El ajuste al INTA representa un pulso crucial en la pulseada entre la Provincia y la Nación. Kicillof se sube al ring desde la política territorial, científica y productiva, buscando erigirse como “escudo” de un sistema que no solo ha demostrado impactos reales en el campo bonaerense, sino también en la estabilidad económica regional.
Lejos de limitarse a un conflicto presupuestario, este choque reconfigura la disputa por el modelo de desarrollo y marca una bisagra política: si el INTA cae, se debilita una pata esencial del tejido rural y científico argentino. Y si Kicillof logra resguardar al instituto, podrá consolidar su rol como líder provinciano frente al ajuste nacional.