La desorientación institucional se profundiza mientras el gobierno impulsa un ajuste sin plan definido. En un episodio que refleja la creciente incertidumbre que atraviesa el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el presidente del organismo, Nicolás Bronzovich, fue confrontado por trabajadores en la ciudad de Salta. Durante una jornada técnica en el Hotel Alejandro Primero, empleados del INTA desplegaron una bandera con la leyenda: “Bronzovich y Giraudo, personas no gratas en INTA Salta”, en protesta por los rumores de despidos y cambios en la estructura del organismo.

La situación se torna aún más compleja cuando Nicolás Bronzovich, al ser abordado por los manifestantes, reconoció no tener claridad sobre los planes del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, para el INTA. "Entiendo que hay rumores, pero no me puedo hacer cargo. Debería trabajar 24 horas por día para desmentir rumores", expresó el funcionario, quien también admitió que se está evaluando un nuevo retiro voluntario de personal.

El ajuste en marcha: ¿Desmantelamiento o reestructuración?

El gobierno de Javier Milei ha puesto en marcha un proceso de ajuste que afecta a diversas instituciones del Estado, siendo el INTAuno de los principales objetivos. Según fuentes internas, se prevé una reducción del 25% del personal, lo que implicaría el despido de aproximadamente 1.500 trabajadores, incluyendo becarios, extensionistas e investigadores. Además, se contempla la venta de hasta 100.000 hectáreas de campos que forman parte del patrimonio del organismo.

Estas medidas han generado un fuerte rechazo entre los empleados del INTA, quienes temen que se trate de un desmantelamiento encubierto de la institución. Ariel Pereda, director nacional del INTA, alertó sobre la posibilidad de que se vendan inmuebles y tierras experimentales, lo que afectaría gravemente la capacidad operativa del organismo en todo el país.

Falta de un plan claro y contradicciones internas

La ausencia de un plan definido por parte del gobierno ha generado un clima de desconfianza y desorientación dentro del INTA. Mientras Sturzenegger promueve públicamente la necesidad de una reestructuración, las autoridades del organismo no cuentan con información precisa sobre los alcances de las medidas propuestas. Esta falta de claridad se ve reflejada en las declaraciones de Nicolás Bronzovich, quien reconoció no saber qué se pretende hacer con el INTAy expresó su preocupación por la situación.

Por otro lado, el presidente del INTA ha intentado minimizar el impacto de los rumores, asegurando que no se despedirán a los becarios que están iniciando su carrera en el organismo. Sin embargo, la contradicción entre sus palabras y las acciones del gobierno genera incertidumbre entre los trabajadores, quienes temen que se trate de una estrategia para implementar el ajuste de manera gradual.

Reacciones políticas y sociales

La situación en el INTA ha trascendido el ámbito institucional y ha generado repercusiones en el ámbito político y social. Legisladores de diversas provincias han expresado su preocupación por los posibles efectos negativos de las medidas propuestas, especialmente en el interior del país, donde el INTA desempeña un papel fundamental en la asistencia técnica a productores y en la investigación agropecuaria.

Asimismo, organizaciones sociales y sindicales han convocado a movilizaciones en defensa del INTA y en rechazo al ajuste impulsado por el gobierno. Estas acciones buscan visibilizar la importancia del organismo en el desarrollo del sector agropecuario y la necesidad de preservar su autonomía y capacidad operativa.

¿Hacia dónde se dirige el INTA?

La crisis que atraviesa el INTA pone en evidencia las tensiones entre la necesidad de una reforma del Estado y la preservación de instituciones clave para el desarrollo del país. La falta de un plan claro y la ausencia de un diálogo constructivo entre el gobierno y los trabajadores han generado un clima de incertidumbre que amenaza con afectar la estabilidad del organismo y la confianza de la sociedad en las políticas públicas.

Es fundamental que el gobierno brinde respuestas claras y transparentes sobre el futuro del INTA, garantizando su autonomía y capacidad para seguir desempeñando su rol en la investigación y asistencia técnica al sector agropecuario. Solo a través del diálogo y la planificación estratégica se podrá asegurar un proceso de transformación que respete los intereses de todos los actores involucrados y contribuya al desarrollo sostenible del país.