

1. El informe PRO revela: la economía crece pero deja zonas en jaque
El documento interno del PRO, elaborado por la Fundación Pensar –liderada por María Eugenia Vidal y respaldada por Mauricio Macri– subraya que, tras la estabilización macroeconómica alcanzada por el gobierno de Javier Milei, emergen “sectores con serios problemas estructurales”. Con datos recientes:
La inflación reducida y el déficit fiscal casi equilibrado se reconocen como logros clave.
Sin embargo, la actividad industrial y el empleo demuestran una caída persistente, generando alerta entre los analistas del partido amarillo.
La Fundación advierte sobre una economía de “dos velocidades”: mientras el dólar y las cuentas públicas se ordenan, la economía real sufriendo retracción en rubros productivos.
Aunque la macro va bien en números, la microeconómica dibuja otro escenario:
Informes de la UIA confirman una industria en recesión, con capacidad ociosa por debajo del 50 % y caída de la construcción .
El mercado laboral, según datos de la Fundación Pensar y el PRO, muestra subas en desocupación, ajuste de salarios reales y una merma en el consumo, con el efecto derrame todavía pendiente .
Esta brecha abre grietas dentro del PRO, donde los sectores más “acuerdistas” temen que el gobierno de Milei se disocie de la ciudadanía.
El riesgo-país se mantiene en niveles elevados, cerca de 700 puntos básicos, pese a las señales macro positivas.
Las reservas del BCRA todavía están por debajo de lo pactado con el FMI –unas USD 4.600 M menos– y siguen en terreno negativo.
Fuentes de Economía destacan que la emisión y los nuevos bonos “Bonte 2030” buscan apuntalar las cuentas, aunque el énfasis está puesto en estabilizar sin profundizar la crisis.
El eje financiero emerge como piedra angular: sin mejoras en reservas y riesgo-país, el modelo corre el peligro de perder sustentabilidad.
Dentro del macrismo, el informe revela un posicionamiento estratégico: sostener a Milei en lo macro, pero marcar distancia en lo social. Esta doble estrategia alimenta la disputa entre el “ala dura” (Mauricio Macri, Vidal) y los “acuerdistas” que apuestan a una coalición con libertarios.
En redes sociales y mensajes internos, circulan advertencias sobre el descontrol inflacionario y la “pérdida de votos de clase media y trabajadora”. En contrapartida, Milei refuerza su relato institucionalista: “ordenamiento, no improvisación”.
La tensión entre PRO y LLA, aunque no estallida formalmente, está latente: una alianza electoral dependerá de cómo se aborden estos “sectores en problemas”.
Este informe rompe con el relato triunfalista del néo-liberalismo: sí, hay orden fiscal y control inflacionario, pero también hay sectores en caída, consumo retraído y empresas que cierran. Si no se actúa sobre esos “clusters” en riesgo, el cuadro macro puede resistir, pero la gobernabilidad se debilitará.
El PRO plantea una advertencia: sin políticas complementarias sobre empleo, industria y consumo, cualquier confianza exuberante puede volverse frágil. Su rol podría definirse como “freno institucional” para Milei… o como aliado clave si el ajuste logra generar dispersión social controlable.
La rosca política entra en una etapa decisiva: ¿ruptura o coalición? El desafío es incorporar a los afectados sin perder el impulso reformista. Y esa ecuación será clave para ganarse el apoyo popular y electoral en 2025.
Informe PRO economía Argentina 2025
Sectores en crisis tras ajuste macroeconómico
Riesgo país y reservas BCRA junio 2025
Alianza PRO Milei tensiones internas