

El peronismo se nombra a sí mismo: señales de reconstrucción tras la tormenta libertaria
El shock Milei, la condena judicial contra Cristina Fernández de Kirchner y la fragmentación territorial del Frente de Todos aceleraron un proceso que parecía inevitable: la vuelta al nombre original. Mientras Sergio Massa, Máximo Kirchner y un grupo de intendentes se reagrupan bajo la marca "Peronismo", la estrategia electoral de cara al 2025 se activa en todos los frentes.
Las últimas reuniones reservadas entre armadores del Frente Renovador y la conducción del PJ bonaerense giraron en torno a una única pregunta:
¿cómo volver a interpelar a la mayoría popular sin maquillaje?
La respuesta, que empezó como hipótesis, hoy circula en borradores de documentos y primeras charlas de café con la militancia: llamar a las cosas por su nombre. Y el nombre es uno solo: Peronismo.
Massa vuelve al tablero: el factor Frente Renovador y el armado de centro
Sergio Massa, aún sin cargo formal tras su derrota en el balotaje, mantiene una hiperactividad soterrada. Con reuniones semanales en oficinas del microcentro porteño, el tigrense conversa con intendentes, gremialistas y actores del círculo rojo. Su idea: reconstruir el centro peronista como espacio de contención, gestión y futuro.
El Frente Renovador, con identidad propia, apuesta a una coalición más depurada. "Ni kirchnerismo cerrado ni peronismo testimonial. Hay que volver a hablarle a la Argentina que trabaja, produce y se endeuda", ejemplificó un operador massista. En ese marco, la marca "Peronismo" recupera su potencia original: una síntesis, una identidad, una promesa de orden.
El rol de Kicillof: fidelidad simbólica y pragmatismo de poder
Axel Kicillof se mantiene como el gobernador con mayor volumen político del peronismo nacional. Aunque evita opinar sobre la condena a Cristina Kirchner, el mandatario bonaerense se muestra activo en defensa del INTA, la educación pública y la salud. En cada acto repite la palabra "pueblo", pero también ensaya guiños al peronismo tradicional.
"No alcanza con resistir, hay que construir poder territorial y político", repite a su círculo más cercano. Kicillof apuesta a una reorganización por abajo, con intendentes, cooperativas, sindicatos y universidades. Su reto es sintetizar kirchnerismo, peronismo y gestión en una fórmula con proyección nacional.
Cristina, ausente pero presente: la estrategia de la épica judicial
La reciente condena de la Corte Suprema a Cristina Fernández de Kirchner reactivó los dispositivos de defensa simbólica del peronismo. La movilización a Plaza de Mayo fue el punto de partida. Aunque CFK se mantiene en silencio, su figura vertebra debates internos. ¿Candidata? ¿Referente moral? ¿Veto silencioso?
La elección de la palabra "Peronismo" como posible nuevo nombre de la coalición, también implica un movimiento táctico: correr a Cristina del centro, sin expulsarla. "Si Cristina no puede ser candidata, el peronismo tiene que reconstruir autoridad sin depender de una sola persona", desliza un intendente del conurbano.
Escenarios 2025: justicia, economía y territorio
La decisión de disputar el sentido de la palabra "Peronismo" también está atada a las condiciones estructurales. Por un lado, la ofensiva judicial contra dirigentes del FdT, especialmente contra Cristina y exfuncionarios, requiere una narrativa de defensa popular. Por otro lado, la crisis económica prolongada bajo Milei, abre flancos sociales que el peronismo puede volver a representar.
En paralelo, los movimientos sociales y los sindicatos reclaman un espacio claro en la reconstrucción. El triunvirato de la CGT mantiene diálogo con Massa y Kicillof, y hasta la izquierda mira con atención los intentos de reorganización. Todos esperan un congreso, una asamblea, una convocatoria que no llega.