La tensión interna en La Libertad Avanza (LLA) pareció encontrar un punto de inflexión tras la inesperada y firme intervención pública de Karina Milei, titular del partido y hermana del Presidente. El conflicto que venía gestándose desde hace meses escaló con fuerza en el cierre de listas bonaerenses, donde el ala territorial, representada por Sebastián Pareja y los Menem, desplazó a los militantes virtuales identificados con “Las Fuerzas del Cielo”.

Ante las quejas que se multiplicaron en redes sociales, Karina Milei dejó en claro que el armado electoral es su decisión. Utilizó incluso las mismas palabras de Pareja, señal de coordinación política. En ese gesto, reafirmó su liderazgo dentro del espacio y blindó a los armadores territoriales frente a los cuestionamientos de los influencers libertarios, que si bien evitaron apuntar directamente contra “el Jefe”, sí cargaron contra su entorno.

A pesar de las tensiones, desde el entorno presidencial insisten en que “nada cambió” en la estructura real del poder: Santiago Caputo, principal estratega del oficialismo, mantiene su lugar de influencia en el Estado, con control sobre organismos clave como Justicia, SIDE, Aduana y ARCA. Aunque sus figuras afines fueron marginadas de las listas, su rol en la gestión sigue intacto y su voz será escuchada en la campaña.

La disputa, aseguran desde ambos lados, se da en un marco natural de reacomodamientos internos. Desde la Casa Rosada buscan bajar el tono a la confrontación para encarar en unidad la campaña contra el kirchnerismo en Provincia de Buenos Aires.

El Presidente Javier Milei se mantuvo al margen de la interna, aunque dejó gestos simbólicos hacia ambos sectores: elogió a Karina como “el Jefe” y saludó al influencer “Gordo Dan”, parte del ala digital.

La estrategia de contención parece haber surtido efecto: los militantes virtuales se replegaron y priorizan el silencio, mientras la conducción partidaria refuerza su autoridad. Si bien las diferencias persisten, todos los actores coinciden en un objetivo común: evitar una fractura visible y mantener alineado el frente libertario de cara a las elecciones