

El antiperonista pasado de Axel kicillof, cuando medía el “Índice 7 provincias” para atacar a los gobiernos justicialistas de Néstor Kirchner (2003-2007) y el primero de Cristina Fernández (2007-2011)”, bancado por la CTA y los billetes de Baradel y sus huestes de una izquierda inexplicable, pueden argumentar certeramente por qué el actual gobernador de PBA se ha ensañado con su madrina política CFK.
“Emanciparse políticamente de su creadora, justo el Día de la Lealtad (17 de octubre 2024 en Berisso, de cara al monumento del KM 0 del peronismo), es como separarse sin que la esposa lo espere, justo el día del aniversario del casamiento”, ejemplificó un destacadísimo dirigente del peronismo bonaerense, que paradójicamente milita en el espacio interno del MDF kicillofista que quedó afuera de las flamantes listas del frente Fuerza Patria.
Axel Kicillof, a quién hasta la propia Cristina sintió como su “hijo putativo”, nunca sintió al peronismo como una fuerza que lo interpretara fielmente, sino todo lo contrario. Su orígen de niño bien y muy porteño, en el Colegio Nacional de Buenos Aires para sus estudios secundarios, de donde egresó en 1989, deja un claro indicio de antiperonismo que luego se potenciaría durante el ejercicio de su profesión de Economista.
Axel Kicillof fue compañero de la secundaria y durante toda la carrera de Economía, del reconocido economista Diego Giaccomini, mejor amigo de Milei desde sus años de facultad hasta su llegada al poder.
Giaccomini conoce como nadie a ambos dirigentes, los más importantes institucionalmente de este momento de Argentina.
Giaccomini conoce desde su macabra génesis política al Presidente y al Gobernador de la principal provincia del país y explica el porqué de sus increíbles similitudes en el ejercicio del poder.
Entre aquellos célebres noventas, cuando gobernaba Carlos Saúl Menem, cuando Milei con Kicillof eran compañeros de facultad, y la llegada de Axel al segundo gobierno de Cristina, pasó de todo y vamos a contarte una gran parte de ese todo.
En la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Axel Kicillof compartía boleta electoral en la puja por la presidencia del Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas de la UBA, con el ex titular del Banco Central en épocas de Mauricio Macri Presidente, Guido Sandleris, desde la liberal agrupación creada por ambos, denominada “TNT: Tontos pero no tanto”.
La endemoniada lista “666” llevaba el dibujo del Coyote (eterno perdedor frente al diabólico Correcaminos) y postuló en 1993 a Kicillof para presidente y a Sandleris como secretario general suplente.
También aparecían otros cofundadores de TNT, hoy reconocidos: Leonardo Piccioli, Sebastián Rubin, y Lucas Bergman. Por TNT pasaron también los hoy periodistas Sebastián Campanario y Andrés “Colo” Borenstein.
Axel Kicillof, Javier Milei, y Diego Giaccomini estudiaron Economía en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Kicillof y Milei fueron compañeros de facultad y de cátedra, compartiendo espacios como el Centro de Estudiantes y el Centro de Investigación.
Giaccomini también estudió en la misma facultad y compartió espacios con Kicillof y Milei.
La UBA es una universidad pública y gratuita, reconocida por su fuerte tradición en la formación de economistas en Argentina.
Tanto Kicillof como Milei se graduaron de la carrera de Economía en la UBA.
Recién en 2001, TNT conquistó la presidencia del centro. Pero en los tempranos ´90 eran franca minoría. “Si eras ex alumno del Buenos Aires y del “Pele” (por el Carlos Pellegrini) y estabas en Económicas, estabas en TNT. Eramos tres gatos locos y te pedían de onda que estuvieras en la lista”, rememoró un protagonista de aquel momento en que la militancia universitaria cruzó a Kicillof (ex Buenos Aires) con Sandleris (ex “Pele”), señaló oportunamente el diario Clarín.
La misma fuente del Gran Diario Argentino agregó que en esos años ´90 “tampoco había mucha ideología. Hay mucha fantasía posterior. Era un grupo muy generacional; las peleas se daban por el precio de las fotocopias, TNT era un 'partido' de Económicas que se oponia a Franja, que en esos momentos te pasaba el trapo. Eramos todos economistas y un poco arrogantes, quizás por eso teníamos pocos votos”.
Giaccomini fue socio intelectual de Javier Milei durante quince años, de 2005 a 2019, escribieron cuatro libros juntos, el último en 2019, titulado “Libertad, libertad, libertad”, y fue quien acercó al candidato presidencial las ideas libertarias de la Escuela Austríaca.
Giaccomini es un economista liberal, especialista en política monetaria, en su último libro, “Liberalismo siglo XXI”, enmienda los errores del liberalismo clásico.
El ex mejor amigo de Milei cursó su secundario en el Colegio Nacional de Buenos Aires junto a Axel Kicillof, es licenciado en Economía, especializado en política monetaria por la Universidad de Buenos Aires, y Master of Sciences in International Economics, por la University of Essex, de Inglaterra.
Consultor económico y financiero, profesor de grado y posgrado, y conferencista, Diego Giaccomini fue director de E2 (economía y ética). Entre 2000 y 2008 se desempeñó como economista senior de Transportadora Gas del Sur. Entre 1998 y 1999 fue jefe del sector fiscal del Estudio M. A. Broda y Asoc. Además fue coordinador del Programa Naciones Unidas para el Desarrollo Proyecto). También condujo “Economía al cuadrado” y ganó el premio Martín Fierro Digital al mejor contenido de TV Digital Temático.
El Índice 7 provincias fue una medición alternativa del Índice de Precios al Consumidor (IPC) desarrollada por CIFRA-CTA en respuesta a la falta de confiabilidad del IPC oficial del INDEC a partir de 2007. Este índice buscaba seguir la evolución de los precios al consumidor en siete provincias argentinas como una alternativa al cálculo oficial.
El contexto en el que surgió el Índice 7 provincias fue la crisis de confianza en el INDEC, que llevó a la búsqueda de alternativas para medir la inflación. CIFRA, un centro de estudios económicos, desarrolló este índice que consideraba los precios en las siguientes provincias: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumán, Entre Ríos, y CABA.
El Centro de Estudios para el Desarrollo Argentina (CENDA) era la consultora de Axel Kicillof. Hasta que comenzó a trabajar en el Ministerio de Economía del Gobierno de Cristina Fernández publicaba el denominado “IPC-7 Provincias” que durante varios años elaboraban los economistas de su centro de estudios. Pero Axel aterrizó en el viceministerio y llegó la censura: el IPC-7 fue suprimido.
El IPC-7 provincias comprendía las estadísticas de Jujuy, Neuquén, Paraná, Rawson-Trelew, Salta, Santa Rosa y Viedma, elaboradas por las direcciones provinciales de Estadística correspondientes.
Según el sitio oficial de aquellos años (hasta 2013), el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (CENDA) se definía como "un centro de estudios económicos y sociales constituido por un grupo de jóvenes investigadores con formación en economía política provenientes del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS)".
El plantel de CENDA estaba integrado por:
Axel Kicillof - Cecilia Nahón - Emmanuel Agis - Nicolás Arceo - Augusto Costa - Carlos Bianco - María José Castells - Pablo Ceriani - Patricia Charvay - Ana Laura Fernández - Marcos Gallo - Cristian Girard - Miguel Giudicatti - Mariana González - Federico Marongiu - Javier Rodríguez - Marcela Sacavini - Carla Seain - Federico Wahlberg.
Sus estudios se habían enfocado en una importante consecuencia social del crecimiento económico: la generación de puestos de trabajo. Tenía como objetivos, no poco ambiciosos, aportar a la mejora en las condiciones de vida de la población a través de la transformación socioeconómica del país.
Para ello investigaba las características particulares de la economía argentina como base para la elaboración de un programa de desarrollo acorde con las potencialidades reales del país, bajo el enfoque de la escuela neoclásica en la formación e investigación en economía, junto con la permanente marginación académica, política y financiera que sufrieron sus críticos, atentó contra la vigencia y la riqueza del debate económico.
La mayor parte de la academia se encerró en sí misma, repitiendo y justificando un discurso que celebraba las reformas liberales y que demostró ser incapaz a la hora de brindar respuestas a la sociedad.
Hoy, cuando las recetas ortodoxas sufren fuertes cuestionamientos, se abre un nuevo espacio de discusión sobre las posibilidades de revertir el errante sendero seguido por la economía argentina durante las últimas décadas.
El CENDA se proponía contribuir al desarrollo de la sociedad argentina a través del análisis de la economía nacional con una perspectiva de largo plazo.
Consideraba que la base necesaria para la comprensión del presente, así como para la elaboración de un programa integral de desarrollo acorde con las capacidades del país es el estudio sistemático y teóricamente fundado de la historia argentina.
La tarea sólo podía ser encarada sobre la base de una construcción colectiva que potencie las capacidades y conocimientos individuales, organizada alrededor de una discusión amplia y conjunta de cuestiones teóricas y problemas concretos de la economía nacional.