

En una entrevista reciente con el canal de la Universidad Nacional de La Plata, el presidente de AUBASA, José Arteaga, fue contundente al analizar el presente de la infraestructura vial argentina: “Dieciocho meses sin obra pública, el deterioro está a la vista”. Esta afirmación resume el descontento creciente de sectores técnicos y políticos frente a la decisión del gobierno de Javier Milei de frenar completamente la inversión nacional en obras.
Para Arteaga, las consecuencias de estas decisiones “se pagan con vidas”. El funcionario apuntó específicamente al abandono de rutas nacionales clave como la 3, 40, 5 y 7, cuyo estado de deterioro agrava los índices de siniestralidad vial. A su vez, calificó la eliminación de Vialidad Nacional como un acto de “perversión, crueldad y disparate”, sugiriendo que el costo de esta medida será alto tanto en términos sociales como económicos.
⚠️ La decisión de Milei de paralizar la obra pública y condenar las rutas nacionales al abandono genera consecuencias trágicas. pic.twitter.com/SL31a16Hl7
— José Arteaga (@joserarteaga) July 29, 2025
El presidente de AUBASA fue más allá al advertir que el enfoque actual del gobierno central responde a una lógica puramente empresarial: “Este es un gobierno que se mide por unidades de negocios”. En esa línea, indicó que las provincias con corredores viales rentables probablemente serán concesionadas, mientras que el resto quedará “abandonado a lo que puedan”. Esta visión no solo fractura la integración federal, sino que atenta contra una infraestructura histórica que ha sido clave en el desarrollo de la soberanía territorial argentina.
Arteaga remarcó que lo vial, al igual que lo ferroviario, no solo conecta regiones, sino que también construye identidad nacional. Su llamado no es únicamente técnico o administrativo, sino profundamente político: se trata de advertir que sin inversión pública sostenida, la seguridad, el desarrollo y la cohesión del país están en juego