

El pasado 30 de julio de 2025, Axel Kicillof, Sergio Massa y Gabriel Katopodis se reunieron en San Fernando con unos 20 intendentes peronistas para reordenar la campaña electoral en el conurbano bonaerense, una región clave para las elecciones de septiembre. Esta reunión evidenció la necesidad de una coordinación mayor dentro del peronismo, que hasta ese momento transitaba la campaña sin una organización clara.
Uno de los puntos más relevantes fue la decisión de sostener en los municipios la lista de Somos Buenos Aires, la alianza que conforman Juan Schiaretti, Facundo Manes y algunos intendentes peronistas. Esta estrategia se basa en una encuesta sobre 6.000 casos en la Primera Sección Electoral, donde se evidencia que el 75% de los votantes de Somos dejarían de votar a La Libertad Avanza, la fuerza de Javier Milei. Aunque la lista mide poco más del 4%, su rol para captar votos que podrían ir a los libertarios la vuelve fundamental.
La reunión también mostró las dificultades internas, principalmente la fuga de radicales en el norte del conurbano, donde candidatos de Somos Buenos Aires enfrentan desafíos, como la baja de apoyo al candidato Julio Zamora por sectores radicales que rechazan su postulación. La Primera Sección, que superó en electores a la Tercera, cobra así una relevancia decisiva para la disputa política.
Por otro lado, el encuentro puso en evidencia la fragmentación discursiva dentro del peronismo: mientras Kicillof y sus candidatos plantean un discurso que contrapone a Milei y los derechos, La Cámpora insiste en un mensaje centrado en la libertad de Cristina Kirchner. Sin embargo, la urgencia de unificar agendas y evitar superposiciones en recorridas territoriales impulsó la búsqueda de una campaña más coordinada.
Este esfuerzo de ordenamiento surge además tras la polémica interna entre Juan Grabois, líder de Patria Grande, y Sergio Massa, con acusaciones cruzadas que reflejan las tensiones por el control del voto peronista y el riesgo de fracturas que podrían beneficiar a Milei.
En definitiva, el peronismo bonaerense apuesta a sostener la lista de Manes para restar votos a los libertarios, mientras busca superar sus divisiones internas y lograr una campaña organizada de cara a las elecciones.