

El exintendente de San Nicolás, Manuel Passaglia, se encuentra en el centro de una disputa política con referentes libertarios, en particular con Juan Pablo Carreira, conocido en redes como "Juan Doe". Esta controversia surge luego de que Carreira cuestionara la situación financiera del municipio que gobierna Passaglia, señalando un superávit del 53% y sugiriendo la necesidad de bajar impuestos y eliminar tasas municipales para mejorar la economía local.
Passaglia respondió con dureza, resaltando que dicho superávit no es un mero dato contable, sino el resultado de una gestión y administración eficiente. Según su visión, ese superávit se traduce en inversiones concretas en servicios públicos esenciales como cloacas, agua, gas, pavimento, iluminación LED, parques industriales y hospitales. Además, destacó que San Nicolás cuenta con el mejor sistema de salud del país y trámites municipales completamente digitalizados, con una estructura pública ordenada y eficiente.
Hola Juan Pablo Carreira (@jdoedoe101101). Que bueno que de vuelta sus jefes los mandaron a escribir sobre nosotros. Siguen sin arrobarme pero no hay problema, ya llegará.
— Manuel Passaglia (@manupassaglia) July 30, 2025
En San Nicolás, el superávit se llama inversión y se logra con gestión y administración eficiente.
Esto… https://t.co/M5OZiv3bVh
En sus argumentos, Passaglia remarcó la diferencia entre la gestión de su municipio y lo que él califica como la incapacidad de los críticos para entender el funcionamiento efectivo del Estado. Hizo referencia a un tuit elogioso del jefe de gabinete, Guillermo Francos, que define a San Nicolás como un municipio moderno, eficiente y ordenado, con superávit ininterrumpido por 8 años y la menor cantidad de empleados públicos por habitante en todo el país.
Finalmente, Passaglia chicaneó a Carreira con menciones políticas, especialmente sobre la lista electoral de La Libertad Avanza (LLA), y recordó al kirchnerista Pablo Morillo, segundo en la lista de LLA, para remarcar las diferencias ideológicas y de gestión.
Este episodio refleja la creciente tensión en la Segunda Sección electoral bonaerense, donde Passaglia y su familia intentan consolidar su espacio político separándose de la alianza PRO-LLA, enfrentando duras críticas y debates sobre el rol y la eficiencia del Estado a nivel municipal.