sábado 02 de agosto de 2025 - Edición Nº4790

Nacionales | 1 ago 2025

La interna que sacude al oficialismo

Grabois vs. Massa: otra fisura en el peronismo "unido"

La disputa entre Juan Grabois y Sergio Massa expone nuevamente las tensiones internas en Fuerza Patria, la alianza que busca reordenar al peronismo bonaerense. Candidaturas, listas cruzadas y una lucha de aparatos definen un escenario donde el "progresismo" de Grabois se revela como un engranaje más del nacionalismo burgués argentino.


La amenaza de Juan Grabois de presentar lista propia en las elecciones de octubre vuelve a revelar la fragilidad estructural del frente peronista Fuerza Patria. En su rol de líder de Patria Grande, Grabois apunta directamente a Sergio Massa, al que acusa de monopolizar el PJ y de representar la “derecha peronista”. La disputa tiene como trasfondo la intención de Grabois de encabezar la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, la posible "ruptura" es más un movimiento táctico que un quiebre real, con fines claramente electorales. Por ahora, Grabois solo logró imponer un candidato propio en la segunda sección bonaerense, lugar donde hoy su representación tambalea. La reacción del massismo fue inmediata y virulenta, y desde el sector de Axel Kicillof también defendieron el pacto de unidad, mostrando que la interna peronista no está ni cerca de cerrarse.

Como ya ocurrió en 2023, Grabois vuelve a amagar con independencia en contextos electorales para luego replegarse detrás del oficialismo. Aquella vez, se enfrentó en la interna presidencial con Massa para luego pedir el voto por él. En este sentido, su rol como “izquierdista útil” al peronismo funcionó como freno a una posible radicalización independiente de los trabajadores.

A esto se suma su ambigua relación con Cristina Kirchner, de quien espera aún un eventual respaldo. Mientras tanto, negocia candidaturas como la de Ofelia Fernández en CABA, posicionando a Patria Grande como una pieza dentro de la rosca del PJ. El escenario es más incierto que en elecciones anteriores: Cristina está fuera de juego, el liderazgo del espacio está en crisis, y en distritos como Mar del Plata o Coronel Suárez, el peronismo ya se presenta dividido en dos listas.

La acusación recurrente del massismo contra Grabois —ser “funcional a Milei”— se repite, pero también revela el vacío político del oficialismo, que ha dilatado los plazos de presentación de listas y navega sin liderazgo firme. En medio de este desorden, Grabois también enfrenta críticas internas por su ausencia en las movilizaciones populares, su silencio frente a la crisis social y su desprecio hacia las luchas obreras y docentes, a quienes llegó a acusar de “traidores a la patria”.

Sus posicionamientos lo han alejado del conflicto real. No se ha pronunciado a favor del derecho al aborto, ni de la Educación Sexual Integral (ESI), ni de un sistema educativo público y laico. En cambio, sus posturas reflejan una subordinación a la Iglesia Católica, que históricamente ha recibido subsidios del Estado y operado en favor del statu quo. En ese marco, la “economía popular” que impulsa Patria Grande esconde formas extremas de precarización laboral y tercerización, lejos de cualquier transformación social.

Grabois incluso llegó a compartir proyectos con Gerardo Martínez, excolaborador de la dictadura y actual figura del sindicalismo más burocrático. La propuesta de generar un millón de empleos con mano de obra proveniente de planes sociales terminó siendo funcional a los intereses empresariales, con salarios subsidiados y condiciones de explotación encubiertas.

En última instancia, la peronización de Grabois lo ha llevado a justificar desde el tercer gobierno de Perón hasta las alianzas del kirchnerismo con sectores conservadores, como cuando Cristina Kirchner elogió a Donald Trump como defensor de los trabajadores estadounidenses. Estos posicionamientos marcan un alejamiento definitivo de cualquier proyecto clasista o transformador.

Lejos de representar una alternativa real, Grabois actúa como contención del descontento social, sin romper con los responsables del ajuste ni con los pagadores seriales de deuda externa. Su proyecto de “Argentina Humana” no es más que una nueva cara del capitalismo local, sin una propuesta genuina de poder para los trabajadores.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias